El anuncio de que Irán piensa enviar barcos de guerra de nueva generación a Venezuela es visto como la madre de todas las provocaciones por expertos venezolanos, quienes advierten que la jugada de alto riesgo alteraría el equilibrio geopolítico regional y sería muy difícil de ignorar por Estados Unidos.
“El ingreso de estos buques iraníes alterarían el orden regional”, comentó desde España Rocío San Miguel, presidenta de Control Ciudadano, ONG que monitorea las actividades de la Fuerza Armada Nacional de Venezuela.
“Esto va a molestar a todos los 14 países con que Venezuela tiene límites internacionales y va a generar una situación indeseable”, enfatizó.
En medio de las crecientes tensiones entre Washington y Teherán, el gobierno iraní inauguró el sábado un destructor construido en el país islámico que puede evadir su detección por radar.
Y en unas de las primeras declaraciones formuladas en torno al nuevo destructor Sahand —con capacidad de portar helicópteros, lanzar torpedos y derribar aviones— Irán anunció que podría enviar dos o tres de ellos a Venezuela.
“En nuestros planes para el futuro cercano está enviar dos o tres naves con helicópteros especiales a Venezuela en una misión sudamericana que podría durar cinco meses”, dijo el subcomandante de la Armada iraní, el contralmirante Touraj Hassani Moqaddam, en declaraciones transmitidas por la agencia de noticias Reuters.
Venezuela se ha convertido en un importante socio estratégico de Irán con el correr de las casi dos décadas en que ha gobernado el chavismo, y los dos países han firmados convenios de cooperación económicos y militares valorados en varios miles de millones de dólares.
No obstante, San Miguel resaltó que ninguno de los proyectos desarrollados conjuntamente ha sido exitoso.
Y en esta ocasión, de concretarse esta nueva iniciativa anunciada por Teherán, el desenlace podría terminar siendo muy negativo para ambos países, advirtió Martín Rodil, un experto sobre la larga relación entre Caracas y Teherán.
“Esto es sumamente peligroso, es de locos, enviar tres barcos de guerra al patio trasero de los Estados Unidos. Si esto ocurre, lo único que va a lograr es que Washington termine enviando un portaviones para las costas de Venezuela”, Rodil dijo desde Washington.
“Irán es hoy el tema más álgido en la política exterior de Estados Unidos. Es uno de los temas a los que el presidente Donald Trump ha dedicado más tiempo, y enviar estos barcos sería una provocación que la administración no podría ignorar”, agregó.
Trump retiró a Estados Unidos de un acuerdo internacional que había firmado el gobierno anterior para contener el programa nuclear iraní y luego reintrodujo sanciones contra ese país.
En los ojos del gobierno de Trump, el acuerdo tenía graves fallas dado que no frenaba el desarrollo de misiles balísticos por parte de Irán.
Pese a las advertencias provenientes de Washington de que Irán sigue siendo un peligro para el mundo occidental, el régimen de Nicolás Maduro sigue manteniendo una estrecha relación con el país islámico.
Esa relación —además de otras relaciones con La Habana, Moscú y Estambul— está generando temores en Venezuela sobre las alianzas diplomáticas que están siendo forjadas por el gobernante bolivariano, particularmente ante las crecientes tensiones entre estos países y Estados Unidos.
Para la agrupación opositora Gran Alianza Nacional (GANA), Maduro está dispuesto a crear una crisis internacional para fortalecer sus relaciones con estos países, en momentos en que el resto de la comunidad internacional denuncia a su régimen por violaciones a los derechos humanos, niveles de corrupción pocas veces vistos en el mundo, y por destruir la democracia venezolana.
“Estas acciones, que forman parte de un libreto diseñado en Cuba, tendrían el propósito de crear un conflicto internacional, con el objetivo de mantener a Maduro en el poder después del 10 de enero de 2019, cuando supuestamente se vence su mandato, a cambio de entregar a Rusia, China, Cuba, Irán y otras naciones, el control sobre nuestro territorio nacional”, manifestó GANA en un comunicado.
“Maduro sabe que está acorralado: el gobierno norteamericano y el presidente electo del Brasil, Jair Bolsonaro, han dicho claramente que tomarán acciones para restablecer la democracia en Venezuela; el Canciller de Chile anunció públicamente que varias naciones desconocerán al régimen venezolano a partir del 10 de enero; cada vez surgen más indicios en el exterior de la grosera corrupción de los jerarcas y aliados de la revolución, por lo cual han sido sancionados por diversas naciones; y Maduro sufrió una derrota humillante en su reciente visita a México”, agregó.