Un atentado suicida sacudió el centro de Kabul la mañana de este martes, una semana después de que los talibanes anunciaran el inicio de su «ofensiva de primavera». Una bomba explotó cerca del Ministerio de Defensa, y según informaciones oficiales, causó al menos 28 muertos y más de 300 heridos.
La detonación ocurrió en el centro de la capital afgana en hora pico, en una zona de alta seguridad en la que están ubicados varios edificios oficiales. Según testigos, fue tan fuerte que rompió las ventanas de edificios a varias cuadras de distancia y levantó una espesa humareda.
El presidente afgano, Ashraf Ghani, condenó el atentado, al que calificó como «ataque terrorista». Por el momento, se desconoce el número de víctimas, pero el mandatario reconoció «muchos muertos y heridos». En tanto, un vocero del Ministerio de Salud indicó que numerosos heridos «están en condición grave».
Según el jefe del Departamento de Emergencias del Ministerio de Interior afgano, Homayoon Aini, el objetivo del ataque eran unas oficinas relacionadas con el servicio de inteligencia local, el Directorio Nacional de Seguridad de Afganistán (NDS, en inglés).
EFE
El vocero de los talibanes, Zabihullah Mujahid, reivindicó a través de Twitter la autoría del atentado con bomba, y reveló que tras la explosión un número indeterminado de insurgentes penetraron en la sucursal de los servicios de Inteligencia.
«El tiroteo continúa, hemos impuesto un largo número de bajas al enemigo», sentenció el integrante del grupo terrorista.
Fuente: AFP / EFE
