El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunirá con su homólogo ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, en París el viernes mientras el ejército de Kiev hace frente a los combates más duros desde las primeras semanas de la guerra contra Rusia y se prepara para lo que las autoridades dicen que podría ser un duro verano.
Estados Unidos es, con diferencia, el principal proveedor de ayuda bélica a Ucrania, que trata de defenderse de una intensa ofensiva rusa en el este del país. El nuevo operativo del Kremlin se centra en las regiones fronterizas de Járkiv y Donetsk, pero las autoridades locales advierten que podría expandirse mientras el ejército de Moscú, más numeroso, trata de hacer valer su ventaja.
La ofensiva rusa intenta sacar partido a la escasez de tropas y municiones de Kiev en la línea del frente, que se extiende a lo largo de unos 1.000 kilómetros (620 millas).
Esa falta de armamento fue consecuencia del estancamiento de la ayuda militar de Washington en el Congreso durante seis meses, antes de que Biden firmase en abril un paquete de 61.000 millones de dólares para Ucrania.
Ante el reciente asalto ruso y los problemas del ejército ucraniano, algunos aliados de la OTAN, incluyendo Estados Unidos, dijeron la semana pasada que permitirían a Kiev utilizar algunas de las armas enviadas para realizar ataques limitados en territorio ruso.
La decisión provocó una airada reacción del Kremlin, que advirtió que el mayor conflicto en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial podría descontrolarse.
Biden y Zelenskyy asistieron el jueves a la conmemoración del 80 aniversario del Desembarco de Normandía en el norte de Francia, junto a otros líderes europeos que han apoyado a Kiev en la guerra.
El presidente estadounidense prometió que no se dejará sola a Ucrania, trazando una linea directa entre la lucha para liberar a Europa de la dominación nazi y la guerra actual contra la agresión rusa.
Ucrania describe su guerra contra el Kremlin como un enfrentamiento entre la libertad democrática occidental y la tiranía rusa. Moscú sostiene que se defiende de la amenazadora expansión hasta el este de la alianza militar de la OTAN.
En un discurso de 20 minutos en la Asamblea Nacional, la cámara baja del parlamento francés, el viernes, Zelenskyy estableció un paralelismo entre los sacrificios realizados durante la IIGM y la lucha de su país.
“Esta batalla es una encrucijada», dijo Zelenskyy. “Un momento en el que podemos escribir la historia como necesitamos. O podemos convertirnos en víctimas de una historia que le convenga… a nuestro enemigo».
Zelenskyy, que habló en ucraniano, fue interrumpido con frecuencia por los aplausos y los vítores de los legisladores. Recibió una gran ovación cuando dijo, en francés: “Querida Francia, gracias por estar a nuestro lado mientras defendemos la vida».
El mandatario había empezado la jornada en París con una ceremonia oficial de bienvenida en el monumento de los Inválidos, donde está la tumba de Napoleón.
Durante el día, visitará las instalaciones de la empresa armamentística Nexter en Versalles, que fabrica los obuses autopropulsados Caesar que Francia suministra, junto a otras armas, a Ucrania. Además, se reunirá con el presidente, Emmanuel Macron, en el Palacio del Elíseo.
Los viajes de Zelenskyy al extranjero buscan mantener la situación de Ucrania en primera plana, lograr más ayuda militar para combatir la invasión rusa y afianzar el respaldo occidental en el largo plazo a través de alianzas bilaterales.
Fuente: AP