BEIRUT (AP) — Fuerzas del gobierno sirio se enfrentaban el lunes con rebeldes por el control de uno de los bastiones opositores en la norteña ciudad de Alepo, y ambas partes se atribuían victoria.
A mismo tiempo, el secretario de defensa estadounidense inició una gira por el Oriente medio criticando al presidente Bashar Assad por el uso de artillería pesada contra la rebelión, describiéndolo como «otro paso camino a la derrota de Assad».
El gobierno sirio anunció el domingo por la noche que había «purgado» el distrito de Salahhedine e infligió «grandes derrotas» a los rebeldes — una afirmación que los activistas de la oposición rechazan.
«Ellas estaban solamente en una parte de Salaheddine, no en el centro», dijo Rami Abdul-Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, basado en Gran Bretaña.
Activistas en el terreno en Alepo confirmaron que los combates proseguían y que no había soldados del gobierno en el interior de Salaheddine, uno de los primeros barrios en rebelarse contra el régimen en esta ciudad de 3 millones de habitantes.
«Ellos tienen tanques en la vecina Hamdaniya y allí están combatiendo, y ha habido bombardeos esporádicos de Salaheddine», dijo Mohammed Saíd, que está basado en la ciudad.
El gobierno ha acumulado fuerzas en las afueras de Alepo y comenzó su asalto el fin de semana para reconquistar el corazón comercial del país. La comunidad internacional ha expresado temores sobre una posible masacre de civiles si los combates se incrementan.
Aunque no dio indicios de que el gobierno de Barack Obama esté contemplando una intervención militar, el secretario de defensa Leon Panetta dijo que es cada vez más claro que la crisis en Siria se está profundizando y que Assad está acelerando su propia caída.
«Si ellos continúan este tipo de trágicos ataques contra su pueblo … Pienso que últimamente va a ser otro paso hacia el fin de Assad», dijo Panneta en declaraciones a reporteros que viajan con él desde Washington. «Su régimen está llegando al fin».
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