Moscú no cejará en su operación militar en Ucrania y planea establecer una zona de separación para ayudar a evitar ataques ucranianos de largo alcance e incursiones transfronterizas, aseguró el presidente ruso Vladímir Putin, después de haber confirmado su victoria en las elecciones.
Las fuerzas del Kremlin han logrado avances en el campo de batalla, mientras que las tropas de Kiev sufren por una grave falta de proyectiles de artillería y el agotamiento de las unidades desplegadas en el frente tras más dos años de guerra. La línea del frente se extiende a lo largo de más de 1.000 kilómetros (620 millas) en el este y el sur de Ucrania.
Los avances han sido lentos y costosos, y Ucrania ha recurrido cada vez con mayor frecuencia a su potencia de fuego de largo alcance para atacar refinerías y depósitos de crudo en el interior del territorio ruso. Además, grupos que afirman ser opositores rusos al Kremlin afincados en Ucrania han hecho varias incursiones transfronterizas.
“En algún momento nos veremos obligados, cuando lo consideremos necesario, a crear una cierta ‘zona profiláctica’ en los territorios controlados por (el gobierno ucraniano)”, dijo Putin el domingo por la noche.
Esta “zona de seguridad”, continuó Putin, “sería bastante difícil de penetrar mediante el uso de activos de ataque de fabricación extranjera de los que dispone el enemigo”.
El mandatario hizo esas declaraciones tras la publicación de resultados electorales que lo mostraban asegurando un quinto mandato de seis años en unos comicios sin una oposición real tras su persistente campaña contra la disidencia.
El lunes se conmemora el 10mo aniversario de la toma de la península ucraniana de Crimea por parte de Rusia, un precedente de la invasión rusa a su país vecino en 2022. Sin embargo, Putin ha sido poco concreto sobre sus objetivos en Ucrania desde que se estancó su invasión a gran escala.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo hace poco que no habría que descartar el envío de tropas occidentales a Ucrania, aunque señaló que la situación actual no lo requiere.
En comentarios sobre las posibilidades de conversaciones de paz con Kiev, Putin reiteró que Rusia sigue estando abierta a negociaciones, pero que no se dejará atraer a una tregua que le permita a Ucrania reabastecerse de armas.
Sin embargo, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, aparentemente ha cerrado la puerta a la opción de un diálogo y dijo que Putin debería ser juzgado ante la Corte Penal Internacional en La Haya, que el año pasado emitió una orden de arresto contra Putin por cargos de crímenes de guerra.
Mientras la ayuda de Estados Unidos se encuentra retenida en Washington, el senador federal estadounidense Lindsey Graham visitó Kiev el lunes. Ucrania necesita urgentemente los 48.000 millones de dólares que contempla el paquete, el cual incluiría proyectiles de artillería y sistemas antiaéreos.
Graham afirmó que tocó el tema con Zelenskyy e insinuó que la asistencia en forma de un préstamo libre de intereses podría obtener mayor respaldo de los votantes estadounidenses. También calificó el resultado de la elección presidencial rusa de “no legítimo” y afirmó que quería presentar una iniciativa en Estados Unidos para catalogar a Rusia como Estado promotor del terrorismo.
La fuerza aérea de Ucrania informó que interceptó 17 de los 22 drones Shahed que lanzó Rusia sobre varias regiones del país durante la noche. Rusia también disparó cinco misiles S-300/S-400 hacia la región de Kiev y dos proyectiles Kh-59 hacia la región de Sumy, ambas en el noreste de Ucrania.
Las autoridades afirman que la intensidad de los ataques terrestres y aéreos ha ido en aumento recientemente en la región de Sumy, lo que ha obligado a evacuar a 56 personas, incluidos 26 niños, de un poblado fronterizo en la última semana.
En los últimos dos meses y medio, la región ha sido objeto de más de 3.000 ataques, luego de registrar cerca de 8.000 durante todo el año pasado, asegura el gobierno regional ucraniano. El número de bombardeos se ha triplicado y los saboteadores rusos están sumamente activos, según funcionarios.
Fuente: AP