“Mi familia está pasando por momentos muy duros. Esto es lo peor que podía pasarnos en la vida y nos pasó. Estamos tranquilos, estamos arropados por muchos amigos. Desde dentro y desde fuera las muestras de solidaridad han sido muchísimas también de América Latina, Estados Unidos y Europa”.
“Nosotros nos hemos puesto en las manos de Dios, como decía mi papá nosotros vivimos y morimos en las manos de Dios. Yo me imagino que nuestra tranquilidad ha venido de ahí”.
“Nosotros no nos enteramos de lo que había sucedido en el funeral hasta después en que amigos de fuera del país nos llamaron y nos contaron. No sabemos nada de lo que ha pasado con los detenidos ni cómo están. Con respecto a mis declaraciones yo solo he contado la información que nos ha llegado, que tenemos. A mi mamá y a mí nos dieron una explicación en medicina legal, bastante simplista según mi opinión. El Mayor Sánchez de criminalística nos explicó que había sido un accidente y que había dos testigos que decían que el auto en que viajaba mi papá iba a exceso de velocidad, según ellos perdieron en algún momento el control del auto y se golpearon contra un árbol. Eso fue lo que nos dijeron”.
“Los amigos que viajaban con mi papá que sobrevivieron al accidente se comunicaron con sus amigos fuera de Cuba muy al principio y en los mensajes de texto lo que decían es que había un auto que los estaba embistiendo hasta sacarlos de la carretera”.