TRÍPOLI (AP) — Los libios comenzaron a votar el sábado en los primeros comicios parlamentarios en el país desde el derrocamiento el año pasado del dictador Moamar Gadafi, con júbilo por este importante paso hacia la democracia luego de decenios de una errática dictadura, pero también con llamados a boicot y violencia en el oriente del país.
La votación para elegir los 200 escaños de la legislatura se realiza en medio de intensas rivalidades regionales, tribales e ideológicas. Sin embargo, largas filas comenzaron a formarse en las afueras de los colegios electorales más de una antes de la apertura en Trípoli, la capital. Policías y soldados custodiaban los colegios, revisando a los votantes y a los trabajadores electorales.
«Tengo una sensación hermosa, aunque extraña, hoy», dijo el dentista Adam Thabet, mientras esperaba en las afueras de un colegio electoral en Trípoli. «Somos finalmente libres luego de años de miedo. Sabíamos que este día se acercaba, pero temíamos que se demorase».
Las elecciones en Libia son el fruto más reciente de las revueltas populares de la Pirmavera Árabe contra líderes autoritarios. Muy probablemente van a estar dominadas por islamistas de todas tendencias, como ha sucedido en comicios en Egipto y Túnez, que tuvieron sus propias rebeliones, aunque menos sangrientas.
Hay cuatro contendientes importantes en las elecciones, desde un partido afiliado con la Hermandad Musulmana y otra coalición islamista a un lado del espectro a un partido secular encabezado por un ex primer ministro rebelde educado en Occidente.
«Esto es histórico», declaró Farid Fadil, un médico de 26 años en fila en un centro de votaciones en la capital. «Fuimos gobernados por un hombre que se consideraba a sí mismo el estado».
El nuevo parlamento elegirá a un nuevo gobierno de transición que reemplace al designado por el Consejo Nacional de Transición que encabezó a los rebeldes durante la guerra de ocho meses y mantuvo el poder tras su fin.
Muchas personas en el oriente petrolero de Libia se sienten desairadas por las leyes electorales del consejo, basadas supuestamente en la población, que le asignan a esa región un tercio de los escaños legislativos, mientras el resto es para la zona occidental que comprende Trípoli y el sur desértico con escasas comunidades.
«No queremos que Trípoli gobierne toda Libia», dijo Fadlala Haroun, un ex comandante rebelde en la capital de la región oriental, Bengasi.
Copyright 2012 The Associated Press.