El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, finalizó una visita de dos días a Israel y Cisjordania con nuevas exhortaciones a la calma en medio de un alarmante pico de violencia entre israelíes y palestinos.
Blinken se reunió con el líder palestino, Mahmoud Abbas, en Ramala, Cisjordania, luego de un encuentro el día anterior con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. De pie junto al gobernante israelí, Blinken destacó la importancia que tiene para su gobierno la resolución del largo conflicto mediante una solución de dos Estados.
Pero, más allá de una exhortación a desescalar las tensiones, Blinken no ofreció una iniciativa nueva por parte de Estados Unidos. No hubo señales de avance alguno, incluso hacia el objetivo modesto de detener la ola de violencia, ni mucho menos hacia los asuntos más amplios en torno a las conversaciones de paz.
En declaraciones a la prensa en Jerusalén, Blinken dijo que dirigentes de ambas partes habían expresado preocupación por la violencia y que dio instrucciones a dos colaboradores principales —Barbara Leaf, la principal diplomática estadounidense para el Medio Oriente, y Hady Amr, enviado a los palestinos— para que permanecieran en la región y ayudaran a apaciguar las tensiones.
Blinken aseguró también que Washington se opondrá a “cualquier cosa” que socave la visión de dos Estados, como la construcción de nuevos asentamientos, la legalización de puestos de avanzada, la demolición de casas palestinas y la incitación a la violencia.
“Restaurar la calma es nuestra tarea inmediata. Pero a largo plazo, debemos hacer algo más que apaciguar las tensiones”, dijo. “Estados Unidos está comprometido con nuestro objetivo de asegurar que palestinos e israelíes gocen de libertad, seguridad, oportunidad, justicia y dignidad en medidas iguales”.
En Ramala, Abbas atribuyó el pico de violencia exclusivamente a Israel y a la comunidad internacional por no presionar al Estado judío.
“Afirmamos que el gobierno israelí es responsable de lo que está sucediendo hoy”, afirmó, y añadió: “Se pasa por alto a Israel, sin disuasión ni rendición de cuentas, mientras continúa sus operaciones unilaterales”.
Reclamó el “cese inmediato” de esas operaciones.
El gobierno de ultraderecha de Netanyahu está dominado por intransigentes que se oponen al Estado palestino y están poco dispuestos a hacer concesiones siquiera mínimas.
Blinken realizó su visita en momentos que los enfrentamientos en la Cisjordania y Jerusalén oriental se encuentran en uno de sus picos más mortíferos. La violencia se ha sumado a las dificultades que enfrenta el gobierno de Joe Biden para encontrar terreno común con el gobierno de Netanyahu.
Antes de dirigirse a Cisjordania, Blinken se reunió con el líder de la oposición israelí, el ex primer ministro Yair Lapid.
“El secretario expresó su preocupación por el deterioro de la situación de seguridad en Cisjordania y la necesidad de tomar medidas urgentes para prevenir una mayor pérdida de vidas. El secretario Blinken reiteró que israelíes y palestinos merecen el mismo grado de seguridad, prosperidad y libertad”, dijo su oficina.
Tras una reunión con Blinken el lunes, Netanyahu hizo apenas una mención al pasar de los palestinos y se enfocó en Irán, que considera su prioridad de seguridad más urgente.
Los socios de coalición de Netanyahu también recibieron las declaraciones de Blinken con frialdad.
Fuente: AP