El presidente ruso Vladimir Putin agradeció a su contraparte chino Xi Jinping su enfoque “equilibrado” sobre la crisis ucraniana y fustigó a Washington por sus políticas “indignantes” en una reunión cuyo trasfondo fue un gran revés de Moscú en el campo de batalla.
En declaraciones antes de iniciar conversaciones con Xi en Uzbekistán, Putin dijo que buscaba responder a “inquietudes” no especificadas de China sobre Ucrania.
“Apreciamos mucho la posición equilibrada de nuestros amigos chinos en relación con la crisis ucraniana”, dijo Putin, sentado frente a Xi en una larga mesa.
“Comprendemos sus preguntas y sus inquietudes en este sentido, y por cierto presentaremos una explicación detallada sobre nuestra posición al respecto durante la reunión de hoy, aunque hemos hablado sobre esto previamente”, añadió.
Los dos gobernantes se reunieron en Uzbekistán al margen de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái, una alianza de seguridad de ocho naciones creada para contrarrestar la influencia estadounidense. Sus otros miembros son India, Pakistán y cuatro antiguas naciones soviéticas.
Una declaración del gobierno chino emitida después de la reunión no mencionó específicamente Ucrania, pero dijo que Xi prometió “fuerte apoyo” a los “intereses medulares” de Rusia. Si bien la declaración no entró en detalles, Beijing utiliza el término “intereses medulares” para referirse a asuntos tales como la soberanía nacional y el reclamo del Partido Comunista gobernante sobre Taiwán, por el cual está dispuesto a ir a la guerra.
El gobierno de Xi, que antes de la invasión de Ucrania a fines de febrero dijo que su amistad con Moscú era “ilimitada”, se ha negado a criticar las operaciones militares rusas. China e India han incrementado sus compras de petróleo y gas ruso, lo que ha permitido a Moscú compensar el impacto de las sanciones impuestas por Occidente desde la invasión.
Los observadores dicen que probablemente aumentará la dependencia rusa de China como mercado para su petróleo y gas en la medida que occidente imponga un tope a los precios de los recursos energéticos rusos y deje de importarlos totalmente.
Al tratar de reforzar la alianza con China, Moscú ha respaldado enérgicamente a Beijing en medio de las tensiones provocadas por la visita reciente a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
“Condenamos las provocaciones de Estados Unidos y sus satélites en el estrecho de Taiwán”, dijo Putin a Xi.
El telón de fondo de la cumbre, además del ataque ruso a Ucrania, incluye un estallido de hostilidades entre Armenia y Azerbaiyán en un lugar no distante del evento, así como las tensiones entre China y Estados Unidos, Europa y Japón debido a disputas tecnológicas, de seguridad y territoriales.
En el inicio de sus conversaciones con Xi, Putin condenó los esfuerzos de Estados Unidos y sus aliados para dominar los asuntos mundiales.
“Los intentos de crear un mundo unipolar han tomado últimamente una forma absolutamente indignante. Son absolutamente inaceptables para la vasta mayoría de los países del globo”, aseguró el presidente ruso.
Más cauteloso, Xi dijo que China estaba dispuesta con Rusia a “dar un ejemplo de potencia mundial responsable y cumplir un papel de líder para llevar a un mundo que cambia rápidamente por el camino del desarrollo sostenible y positivo”.
La cumbre en la antigua ciudad de Samarcanda es una escala en el primer viaje de Xi al exterior desde el comienzo de la pandemia de coronavirus hace dos años y medio, en el que busca afirmar a China como potencia regional.
El trasfondo de la reunión fue la retirada forzada de tropas rusas de grandes territorios en el noreste de Ucrania la semana pasada ante una veloz contraofensiva ucraniana. Ucrania recuperó el control de varias ciudades y aldeas ocupadas por Rusia, lo que significó el mayor revés para Moscú desde que sus fuerzas debieron retirarse de los alrededores de la capital a principios de la guerra.
Fuente: AP