El nuevo cohete lunar de la NASA está listo para un importante vuelo de prueba el lunes, a pesar de que varios relámpagos han impactado en la plataforma de lanzamiento.
El cohete Space Launch System de 98 metros (322 pies) es el más poderoso jamás construido por la NASA. Se dispone a enviar una cápsula vacía a la órbita lunar, medio siglo después del programa Apolo de la NASA, que llevó a 12 astronautas a la Luna.
Los astronautas podrían regresar a la Luna en unos pocos años, si este vuelo de prueba de seis semanas sale bien. Sin embargo, la NASA reconoce que los riesgos son altos y que el vuelo podría interrumpirse.
En lugar de astronautas, se sujetan tres maniquíes de prueba a la cápsula Orion para medir la vibración, la aceleración y la radiación, uno de los mayores peligros para los humanos en el espacio profundo. Tan solo la cápsula tiene más de 1.000 sensores.
Las autoridades dijeron el domingo que ni el cohete ni la cápsula sufrieron daños durante la tormenta del sábado; el equipo de tierra tampoco se vio afectado. Se confirmó que cinco rayos alcanzaron las torres de 180 metros (600 pies) que rodean el cohete en el Centro Espacial Kennedy de la NASA. Los impactos no fueron tan fuertes como para realizar mayores pruebas.
“Claramente, el sistema funcionó como se diseñó”, dijo Jeff Spaulding, director de pruebas senior de la NASA.
Se esperaban más tormentas. Aunque los meteorólogos calculaban un 80% de probabilidades de clima aceptable para el lunes por la mañana, se esperaba que las condiciones se deterioraran durante la ventana de lanzamiento de dos horas.
Fuente: AP