Los incentivos por energía limpia en el nuevo paquete de gastos firmado esta semana por el presidente estadounidense Joe Biden reducirán las emisiones de gases de invernadero por unos 1.100 millones de toneladas (1.000 millones de toneladas métricas) para 2030, de acuerdo con un análisis del Departamento de Energía.
Los primeros cálculos federales, compartidos con The Associated Press antes de su publicación el jueves, señalan que entre la ley recién firmada y la ley de gastos en infraestructura del año pasado, Estados Unidos producirá para el final de la década unos 1.260 millones de toneladas de carbono menos que lo que haría sin ambas leyes. Esos ahorros equivalen a las emisiones anuales de gases de invernadero de todas las viviendas en Estados Unidos.
El análisis del Departamento de Energía concluye que con la nueva ley, para 230 las emisiones de esos gases en el país deberán ser aproximadamente 40% más bajas que los niveles de 2005, aún no al nivel del objetivo anunciado por Estados Unidos de reducir la contaminación con carbono entre 50% y 52% para el final de la década. Pero la reducción de 40% es similar a cálculos previos de la firma independiente de estudios Rhodium Group, que indicó que los recortes estarían entre 31% y 44%, y los científicos del Climate Action Tracker, que los previeron entre 26% y 42%.
La mayoría de las reducciones de emisiones proyectadas en el paquete de gastos de casi 375.000 millones de dólares se producirán por la promoción de “energía limpia”, mayormente solar y eólica y vehículos eléctricos, indica el análisis. Más de la mitad de las reducciones proyectadas se derivarán de cómo el país genera su electricidad, agrega. Aproximadamente 10% de los ahorros de emisiones se producirán en agricultura y conservación de tierras.
Las nuevas estipulaciones sobre tierras en la ley que prevén arrendamientos de petróleo y gas en tierras federales “podrían llevar a cierto incremento” en las emisiones de carbono, dice el análisis federal, pero las otras cláusulas para estimular la energía limpia reducirían 35 toneladas de gases de invernadero por cada tonelada nueva de contaminación por las exploraciones de gas y crudo.
Expertos independientes, como Bill Hare, de Climate Action Tracker, dicen que la nueva ley es un paso importante para Estados Unidos pero aún insuficiente si se tiene en cuenta que el país es el mayor emisor de carbono, ha hecho muy poco en décadas y va a la zaga de Europa.
Fuente: AP