La comisión especial de la Cámara de Representantes que investiga el asalto al Capitolio se dispone a escuchar los testimonios de trabajadores electorales y funcionarios locales que rechazaron las presiones de Donald Trump para anular las elecciones presidenciales de 2020, a veces a pesar de unos escalofriantes ataques personales.
Las audiencias que forman parte de la investigación del ataque del 6 de enero de 2021 al Congreso de Estados Unidos se reanudan el martes, enfocadas en los intentos incansables de Trump para tratar de anular la victoria de Joe Biden de la manera más local posible, apoyándose en funcionarios de estados clave del campo de batalla electoral, para anular boletas por completo o presentar funcionarios electorales alternativos para el escrutinio final en el Congreso. La presión fue alimentada por las afirmaciones falsas de fraude electoral del presidente derrotado que, según el panel, condujo directamente al motín en el Capitolio.
Está previsto que el asediado secretario de Gobierno en funciones del estado de Georgia, Brad Raffensperger, testifique sobre una llamada telefónica que recibió de Trump pidiéndole que “encuentre 11.780” votos que podrían cambiar el conteo del estado para evitar la victoria electoral de Biden.
Raffensperger, con su adjunto Gabriel Sterling y el presidente republicano de la Cámara de Representantes del estado de Arizona, Rusty Bowers, tienen previsto comparecer como testigos clave, junto con Wandrea “Shay” Moss, una extrabajadora electoral de Georgia que, con su madre, dijo haber enfrentado un acoso público tan severo de los aliados de Trump se sintieron incapaces de vivir una vida normal.
“Estaba horrorizada por lo que vi”, dijo Bowers el lunes en una entrevista con The Associated Press después de llegar a Washington. “Creo que ilustra algo que necesitamos ver a lo grande y hacer un balance de nosotros mismos y espero que nos vuelva sobrios”.
La audiencia pública, la cuarta realizada por el panel este mes, se deriva de su investigación de un año sobre el intento sin precedentes de Trump de aferrarse al poder, un plan muy extenso que el presidente de la comisión del 6 de enero comparó con un “intento de golpe”.
Raffensperger, el principal funcionario electoral de Georgia, rechazó la solicitud de Trump de “encontrar” suficientes votos para anular la victoria de Biden en el estado, una solicitud grabada durante una llamada telefónica días antes del ataque del 6 de enero.
Durante la llamada, Trump citó repetidamente afirmaciones refutadas de fraude y planteó la posibilidad de un “delito penal” si los funcionarios de Georgia no cambiaban el conteo de votos. El estado contó sus votos tres veces antes de certificar la victoria de Biden por un margen de 11.779.
Fuente: AP