“Básicamente tenemos una segunda pelea ahora. Hacia los años noventa en los cuales la compañía Bacardí intervino y pudo lograr a través de un cabildeo fuerte una sección 2 11, que es una legislación por la cual los tribunales americanos no reconocen ningún tipo de derecho marcario en marcas que han sido confiscadas o nacionalizadas. Entonces esta legislación ha sido muy controvertida, de ahí que otra pelea que tuvimos a nivel internacional Estados Unidos la perdió, hemos sido sancionados internacionalmente, pero los peleas aquí en los Estados Unidos generalmente las hemos ganado”.
“El gobierno de Cuba que se unió con Pernot que es una entidad francesa han estado poniendo mucha presión para poder renovar sus marcas registradas, las cuales las tienen registradas por muchos años y estuvieron registradas muchos años aún, después de que la familia Arrechabala que fueron los originales dueños de esta marca en Cuba dejaron de usarla aquí en los Estados Unidos”
“Pero a través de esas secciones de esa medida legislativa que ha sido muy criticada a nivel internacional, pues entonces tenemos este tipo de problemas. Cuba pudiera tomar algún tipo de medida para contrarrestar esto y eso tendría algún tipo de efecto catastrófico porque la marca Havana Club no es sino una sola marca de una sola compañía, mientras que en Cuba hay registro de muchas compañías con muchos portafolios muy importantes”.
“Por lo tanto en realidad yo no veo por qué mantener esa legislación 2 11. Ahora el Congreso del partido comunista de Cuba, los lineamientos que ellos han pronunciado parecen tener una tendencia a sí respetar los derechos de propiedad intelectual en el futuro y de hecho en abril 2 salió una ley nueva de patentes en Cuba”.