“La imagen del Papa sufre. Yo en lo personal me pongo en su lugar y digo -Dios mío. Cuando uno tiene depositada la confianza en sus asistentes, en personas que uno delega y te encuentras que está siendo traicionado, estás siendo abandonado, definitivamente que eso causa un dolor tremendo. Eso puede causarle al mismo Papa desconfianza en el resto de las personas. El Papa se podrá preguntar en quién puedo confiar en este momento, quién realmente está conmigo y quién en contra mío”.
“Se sabe que es un papado de transición, no es un papado largo, aunque sólo Dios sabe si va a ser un papado largo o corto. Todo esto debilita su figura, definitivamente que sí. Pero el Papa ha sido un hombre de fe, debe confiar en la providencia de Dios”.
“Esperemos en Dios que él salga adelante y pueda cumplir su misión, porque todo esto, hay que reconocerlo aunque nos duela, todo esto atenta contra la misión del Papa, contra la misión de la Iglesia, que no solo está en el aspecto de la palabra, porque podemos predicar muy bonito, pero si en nuestro entorno hay estas luchas internas, hay estas batallas, está el comején carcomiendo, pudriendo la estructura de la Iglesia. Es algo contraproducente. Que está debilitado, que se debilita la imagen del Papa, si. Nosotros podemos entender que es parte de la historia humana, es parte de la misma Iglesia, desde sus orígenes van a existir los Judas, los traidores, las batallas internas, las batallas por el poder, quién se sienta a tu derecha, quién se sienta a tu izquierda”.
“Todo esto atenta contra la figura del Papa, contra la misión de la Iglesia, contra la misión del Papa, contra la figura, la fortaleza el liderazgo de él”.
“Esta es una organización divina, como se nos ha enseñado, pero a la misma vez humana, está compuesta por seres humanos limitados”.