“Una pequeña recesión en estos momentos en Estados Unidos por las circunstancias actuales es inevitable. En cualquier circunstancia como esta que es necesario reducir gastos, la recesión en inevitable. Mientras siga habiendo enormes déficits presupuestarios y un aumento de la deuda desproporcionada respecto al crecimiento económico y al aumento de la productividad, el fantasma de un derrumbe económico y una recesión que puede llegar incluso a una depresión, seguirán estando presentes”.
“Lo que están diciendo es que si se suspende en 2013 la prórroga fiscal que mantiene los impuestos en el nivel actual. Se estaría entonces alimentando la incertidumbre en una economía inestable que está sufriendo graves problemas estructurales. En los enormes déficits presupuestarios el aumento de la deuda y el hecho de que las medidas de estímulo para supuestamente compensar lo que estaba sucediendo se han concentrado en salvar a los grandes bancos, a grandes empresas como la General Motors, descuidando a lo que es lo principal en estos casos que son las PIMES, las pequeñas y medianas empresas, que son las que tienen la capacidad de crecimiento suficiente para resolver el problema de la alta tasa de desempleo que tenemos actualmente”.
“Al no resolverse este problema no aumenta el consumo lo suficiente y por tanto no hay demanda suficiente para evitar la recesión viene”.
“Las reducciones drásticas de presupuesto son indispensables cuando el crecimiento de la deuda supera ampliamente, como está sucediendo, el crecimiento de la producción de bienes y servicios. De lo contrario nos acercamos cada vez más a una situación en que la economía no sea capaz no ya de pagar la deuda, sino ni siquiera los crecientes intereses en el servicio de la deuda. La austeridad es penosa y dura para cualquier país, pero es la única que resuelve un problema estructural de derroche y negligencia presupuestaria anterior”.