Se suponía que un rapero de Miami conocido como Tigoose, actuara en el concierto de rap en el Salón de Banquetes El Mula el 30 de mayo, donde tres personas murieron baleadas y otras 20 resultaron heridas en una violenta masacre. Tigoose no recibió ningún balazo en la balacera que ha llamado la atención nacional en medio de más de 12 incidentes similares que han tenido lugar en el Condado Miami-Dade en las dos últimas semanas.
Sin embargo, apenas cinco días después, Christopher “Tigoose” Ozuna, de 28 años, pereció en un aparatoso choque cerca de Liberty City el viernes pasado, dijeron las autoridades y sus familiares.
“Es una locura. Sobrevive a las balas, y luego muere así”, le dijo su novia al Miami Herald. “Se traumatizó cuando vio morir a sus amigos de esa manera”.
El automóvil de Ozuna quedó destrozado en el accidente del viernes por la mañana, y él salió gravemente quemado. El martes, la familia dijo que estaba casi segura de que había sido asesinado, pero tenía que aguardar una confirmación oficial de la Oficina del Médico Forense de Miami-Dade, que está esperando los archivos dentales para poder identificarlo positivamente.
“Quiero tener una conclusión en mi vida, y enterrar a mi hijo”, dijo su padre, Gustavo “Goose” Ozuna.
Según la familia, Ozuna conducía un Infiniti G37 que chocó contra el tráfico en dirección contraria poco después de la medianoche del viernes en la calle 79 y la avenida 10 del noroeste, impactando a otro vehículo. El pasajero que iba en el auto de Ozuna, Jeremiah Rollins, de 18 años, también pereció en la colisión.
Una mujer embarazada y seis niños estaban en el segundo automóvil, que terminó incendiándose. Todos fueron llevados al Centro de Traumatismos Ryder, del Hospital Jackson Memorial en condición estable. En imágenes del accidente, que tomó el canal WFOR-CBS4, el vehículo aparece envuelto en llamas.
No se sabe con exactitud si hay alguna conexión con la pelea entre raperos que provocó la balacera en en el salón de banquetes. De acuerdo con la familia, quizás hubo un tercer auto que estaba persiguiendo a Ozuna, ya que en un video de vigilancia aparece un automóvil huyendo del lugar del choque.
Hasta ahora, la policía del Condado Miami-Dade no ha dado a conocer detalles de la investigación sobre lo ocurrido.
La familia dijo que Ozuna creció en el área de Liberty City, y tenía dos hijas, de seis y tres años. Estaba tratando de triunfar como rapero, dijo. “Siempre dijo que iba a llegar a lo más alto”, dijo su novia, que no quiso ser identificada.
Ozuna tenía programado actuar en la fiesta por la publicación del álbum de su amigo, el rapero ABMG Spitta, cuyo nombre verdadero es Courtney Wilson. En Instagram, Wilson y otros amigos de Ozuna colgaron un sinfín de fotografías suyas como un homenaje tras el choque.
En las primeras horas de la madrugada del domingo, por lo menos tres enmascarados se bajaron de un Nissan Pathfinder robado, y dispararon a mansalva contra una multitud reunida afuera de El Mula, en la cuadra 7600 de la calle 186 del noroeste, donde tenía lugar un espectáculo de rap. Un video de vigilancia muestra a la muchedumbre en pánico corriendo hacia todas partes, mientras algunas personas caen heridas al suelo, y fragmentos de polvo explotan en el aire por las balas que chocaban contra las paredes. En el tiroteo murieron Desmond Owens, de 26 años, y Clayton Dillard III, también de 26 años. Shankquia Peterson, de 32 años, falleció cuatro días después de haber recibido un balazo en la cabeza. La balacera estalló al menos en tres partes del estacionamiento, se cree que una posible respuesta armada al ataque a tiros, y casi 100 casquillos se hallaron en el sitio.
Detectives de la policía del condado no han dicho si saben con precisión quién o quiénes eran el blanco de la agresión. Los investigadores están tratando de descifrar posibles peleas en las redes sociales en las que se vio involucrado algunos de los raperos que fueron anfitriones del espectáculo. Por el momento, no se ha hecho ningún arresto.
Un abogado de ApeLand, uno de los grupos que organizaron el concierto, dijo que nadie asociado con el sello disquero era blanco del ataque.
“No sabemos nada sobre ello. Somos una casa discográfica”, dijo el abogado de Miami Gardens Martin Gilliam. “Tenemos jóvenes que tratan de establecer un nombre en el mundo del rap. Ignoramos todo lo que tenga que ver con actividades de pandillas. Ese no es nuestro trabajo”.
Fuente: El Nuevo Herald