Los resultados de las pruebas de detección de COVID-19 van en dirección contraria en el Condado de Miami-Dade, un ligero cambio que está complicando un plan que la alcaldesa Daniella Levine Cava anunció hace un mes para levantar el toque de queda de medianoche del condado la próxima semana si las estadísticas de las pruebas mejoraban.
Bajo la presión de algunos comisionados del condado y de las empresas para permitir que los restaurantes y bares permanecieran abiertos durante la noche, Levine Cava anunció a principios de marzo un cronograma que mantenía las restricciones durante el pico de la temporada de spring break.
En un memorando del 5 de marzo a los comisionados, Levine Cava anunció que levantaría el toque de queda el 5 de abril si las condiciones del COVID-19 mejoraban y si el promedio de dos semanas de resultados positivos del COVID en todo el condado alcanzaba el 5.5 por ciento o menos.
A una semana de que se muevan los números, la tasa de “positividad” de Miami-Dade está aumentando, no disminuyendo. Después de caer por debajo del seis por ciento durante la mayor parte de la semana pasada, la tasa de positividad diaria alcanzó el 6.06 por ciento el sábado y el 7.59 por ciento el domingo.
Estos resultados desviaron la curva aún más para alcanzar el objetivo de Levine Cava. El nuevo promedio de dos semanas fue del 6.3 por ciento al entrar en la última semana completa antes de que llegue el 5 de abril, aproximadamente el mismo nivel que cuando Levine Cava anunció su plan a principios de marzo.
Hace una semana, el promedio era del 6.2 por ciento.
El memorando de Levine Cava describía un promedio del 5.5 por ciento como requisito para levantar el toque de queda. El martes, la alcaldesa y su principal portavoz subrayaron que otras cifras también formarían parte de la decisión.
“El 5.5 por ciento es un punto de referencia utilizado para medir la propagación comunitaria, junto con las tasas de hospitalización y las muertes, y ahora el porcentaje de residentes vacunados”, dijo Rachel Johnson, la principal portavoz de Levine Cava. La alcaldesa se está reuniendo con asesores médicos “y revisando los datos y las tendencias para poder ofrecer una actualización a la comunidad sobre el toque de queda antes del 5 de abril”.
TOQUES DE QUEDA BAJO LOS MANDATOS DE GIMÉNEZ Y LEVINE CAVA
El toque de queda en todo el condado, que expira a las 6 a.m. todos los días, sigue siendo la restricción de emergencia más controvertida de Miami-Dade por el COVID-19.
El entonces alcalde Carlos Giménez impuso por primera vez un toque de queda en todo el condado en julio, cuando una oleada de infecciones por COVID-19 se extendió entre la población. El toque de queda comenzaba entonces a las 10 p.m., pero se retrasó a medida que la tasa de positividad disminuía y el número de hospitalizaciones por COVID-19 se reducía.
En un foro en línea del Miami Herald el martes, Levine Cava dijo que esperaba que “continuáramos con estas tendencias positivas”, lo que permitiría al condado “revisar” el toque de queda de medianoche.
Si bien la tasa de positividad está en aumento, las hospitalizaciones por COVID-19 han disminuido en las últimas dos semanas, pasando de un promedio de 623 por día el 14 de marzo a un promedio de 547 el domingo, según los datos más recientes disponibles.
Levine Cava defendió el toque de queda, pero también hizo hincapié en el uso de mascarillas, la limpieza y el distanciamiento social como claves para protegerse del COVID-19.
“Sé que muchos están ansiosos de que se elimine el toque de queda”, comentó durante el panel de discusión de Prioridades de la Florida del Herald sobre el estatus de Miami tras la pandemia. “Pero digamos que, desde la medianoche hasta las seis, mucha gente no está de guardia. Podrían estar de fiesta. Podrían estar bebiendo más… No queremos tener estos eventos de súper propagación”.
SPRING BREAK Y COVID SE EXTIENDEN EN MIAMI-DADE
La semana pasada, el principal asesor médico de Levine Cava predijo una relación entre la afluencia de visitantes en las vacaciones de primavera en el condado y una mayor propagación local del COVID-19.
“El spring break, obviamente, va a tener un impacto en nuestra tasa de positividad en todo el condado”, predijo el doctor Peter Paige, un administrador de Jackson Health que también funge como jefe médico de Levine Cava, durante una sesión informativa pública el viernes para los comisionados del condado.
“Aunque los spring breakers vengan y se vayan –al menos un alto porcentaje de ellos lo hará–, interactuarán con mucha gente que vive aquí localmente”, señaló Paige. “Aún debemos permanecer vigilantes”.
Hasta ahora, Miami-Dade ha rechazado los desafíos judiciales a su toque de queda, lo que le permite seguir siendo el único condado de la Florida que ordena que los restaurantes, bares y otros negocios considerados no esenciales cierren a medianoche.
Jonathan Schwartz, un abogado de Doral que representa a los bares y restaurantes de Wynwood en un caso de toque de queda y al club nocturno Mr. Jones de Miami Beach en otro, dijo que no tiene sentido castigar a los negocios que atienden a clientes nocturnos.
¿Por qué los restaurantes de Ocean Drive en South Beach tendrían permitido servir bebidas a grandes multitudes durante el día en el spring break, mientras que los clubes que atienden a los mismos clientes por la noche no pueden vender las mismas bebidas?
“Mucha de esta gente está a punto de perder todo lo que ha construido”, dijo de sus clientes. “Es horrendo”.
El Condado de Broward también impuso su propio toque de queda a finales de diciembre, pero vio cómo un juez bloqueó esa restricción en un caso que aún está en marcha en un tribunal federal.
‘TODOS PIENSAN QUE EL COVID SE HA IDO’
Broward se anotó una victoria la semana pasada en la apelación, con el Eleventh Circuit permitiendo al condado re-imponer su orden original de toque de queda. Pero eso no va a ocurrir, según el alcalde Steve Geller.
Durante la lucha judicial, el condado y Fort Lauderdale acordaron cerrar restaurantes y bares por violaciones “atroces” de las normas del COVID-19 del condado, como la exigencia de mascarillas en el interior. El condado tiene previsto seguir aplicando la normativa, en lugar de obligar a todos los negocios a cerrar durante la noche bajo un toque de queda.
“No vamos a imponer un nuevo toque de queda, salvo circunstancias imprevistas”, señaló Geller.
Los índices de positividad están subiendo en Broward, también, y Geller dijo que la falta de un toque de queda no refleja ninguna comodidad con las estadísticas actuales de COVID-19.
“Me siento fatal con el COVID. Vamos exactamente en la dirección equivocada”, agregó.
“No puedo decirte por qué”, dijo Geller. “¿Es por el spring break? … ¿Es porque todo el mundo piensa que el COVID se ha ido?”
Fuente: El Nuevo Herald