“Esta visita de Benedicto XVI tiene muy poco que ver con la figura de García Márquez por razones obvias, ni Fidel Castro ni García Márquez están ahora en activo. Fidel Castro está en segundo plano y de hecho el Papa ha ido a verlo personalmente un rato y García Márquez prácticamente no sale de México y tiene problemas de salud. Si tuviera que hacer un análisis de esa visita yo pienso que Benedicto XVI ha querido continuar lo que fue a hacer Juan Pablo II es decir, realmente Juan Pablo II tuvo una importancia muy grande porque abrió una brecha con los países del este, también ha abierto una brecha con Cuba y esa brecha ha sido aprovechada por Benedicto XVI para seguir dando un mensaje de esperanza al pueblo cubano”.
“Yo sé que García Márquez ha estado viéndose con Fidel Castro en algunas ocasiones hasta hace por lo menos un par de años, lo que ocurre es que su salud yo creo que está peor que la de Fidel, él tiene una especie de Alzheimer, es una enfermedad que le produce que en algún momento él sea poco consciente de lo que está haciendo, que pierda la memoria, incluso que no pueda escribir. Una vez que Fidel ha desaparecido del panorama público, García Márquez no tiene nada que hacer en Cuba, porque la amistad es una cosa personal entre los dos”.
Con respecto a que Benedicto XVI no se reunió con las Damas de Blanco: “Me imagino que ha habido muchas presiones de parte de Raúl (Castro) y el Ejecutivo Cubano para que eso no ocurriera, yo pienso que el Papa querría haberse entrevistado con ellas, estoy seguro, pero me imagino que habrá sido una condición para hacer el viaje, el hecho de no hacerlo. Porque si no no tiene otra explicación. También siento que la jerarquía católica cubana durante un tiempo está haciendo bastante como mediador entre el gobierno cubano y el pueblo, es decir se está alineando ahora a los amigos o a los aliados del gobierno cubano, yo sé que esto en ciertos ambientes del exilio sienta bastante mal y es muy criticado, pero a veces yo creo que ellos quieren ceder un terreno para conseguir otras cosas. Y desde fue se ve mal que el Papa no haya visto a las Damas de Blanco, pero es complicado, si el Papa quiere tener unos frutos de su viaje yendo a Cuba y viendo a mucha gente, en algún momento dado tendrá que ceder ante ciertas cosas que el gobierno cubano le prohíba o bien plantarse y decir no voy, pero si no voy no me ve nadie. Si voy con una condición por lo menos consigo que haya 300 mil personas en la última misa y no se cuantos cientos de miles en las otras actividades”.