El gobernador Ron DeSantis decretó un estado de emergencia en Florida este lunes, expandiendo la orden de emergencia de salud pública que emitió la semana pasada, para hacerle frente al nuevo coronavirus.
En una rueda de prensa en el Capitolio estatal, DeSantis anunció que firmó una orden ejecutiva que activó el nuevo estado de emergencia con fines de planificación estratégica, después de que se hiciera público el pasado viernes que dos residentes murieron a raíz de contraer la enfermedad.
Hasta ahora, en Florida se han confirmado 18 casos positivos de COVID-19, de los cuales 12 son residentes de Florida que se encuentran dentro del estado, 5 son residentes de Florida que se encontraban fuera del estado y volvieron a casa, y uno es un residente de Pennsylvania que se encontraba en Florida.
“No he recibido ninguna solicitud de ninguna agencia estatal para que lo haga … pero pensamos que eso ocurrirá eventualmente, así que queremos estar preparados, y de esta forma podremos movilizar nuestros recursos de manera más efectiva cuando sea necesario”, dijo DeSantis.
La declaración permite a las autoridades establecer una estructura de mando unificada, y comprar más suministros y equipos médicos rápidamente para abrir hospitales de campaña. Deja que Florida contrate personal médico de fuera del estado para que ingrese si el brote se expande. Y también le da luz verde a las farmacias para dispensar hasta 30 días de recarga extra de medicamentos regularmente consumidos por los pacientes.
El 1 de marzo el gobernador republicano le ordenó al secretario de Salubridad, el Dr. Scott Rivkees, declarar una emergencia de salud pública en Florida. El sábado, Desantis le pidió a la división de Manejo de Emergencias de Florida que aumentara la declaración a nivel II.
El Nuevo Herald