El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó este martes los detalles del conocido como “Acuerdo del siglo”, su propuesta para intentar solucionar el conflicto entre israelíes y palestinos.
En una conferencia conjunta con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Trump afirmó que su país estaba tomando “un gran paso” hacia la paz.
Durante su discurso, el mandatario estadounidense dijo que los palestinos “merecen una vida mucho mejor”. Antes, había afirmado que “muchos” países árabes se han mostrado de acuerdo con el plan, si bien la Autoridad Palestina ya ha expresado su rechazo frontal. Sobre el punto, el mandatario advirtió que esta podría ser “la última oportunidad” para los palestinos, y que se había comunicado con Abbas para compartir con él el proyecto.
En la propuesta presentada el martes, figura la creación de un estado Palestino independiente, cuya capital esté ubicada en Jerusalén Este. Además, se congelará 4 años desarrollo israelí en una zona que estaría prevista para el Estado palestino.
“Ni israelíes ni palestinos tendrán que abandonar sus casas”, añadió.
“Este mapa duplicará el territorio de los palestinos, con una capital en Jerusalén Este, donde Estados Unidos abrirá orgullosamente una embajada”, detalló el mandatario, aunque advirtió que, para eso, los palestinos deberán “renunciar al terrorismo”.
“No fui elegido para hacer cosas fáciles o esquivar los problemas importantes”, dijo Trump, y agregó: “Ha sido un largo y difícil proceso”.
El acuerdo, que ya tiene el respaldo de Netanyahu, posee 80 páginas, 50 de las cuales constituyen el plan político anunciado el martes y 30 una propuesta de 50.000 millones de dólares para la reactivación económica de Palestina, Jordania y Egipto, que se había anunciado en julio.
En uno de los puntos de su alocución, el presidente aclaró que Jerusalén permanecerá como la “capital indivisible” de Israel, lo que fue ovacionado por el público presente.
El primer ministro israelí señaló asimismo que los refugiados palestinos no tendrán derecho a regresar a Israel, en tanto se dijo dispuesto a acordar con los palestinos “un camino hacia un futuro estado”, aunque puso como condición que reconozcan al “Estado judío”.
El premier israelí, Benjamin Netanyahu, quien tomó la palabra después de Trump, dijo que se trataba de “un día histórico”, y confirmó que Israel mantendrá la soberanía sobre la zona del valle de Jordania.
También confirmó que los Estados Unidos reconocerán los asentamientos israelíes en ese área, lo que significaría la anexión de alrededor del 30% del territorio de Cisjordania.
“Esto nos dará una frontera oriental permanente para defendernos”, apuntó Netanyahu
Apoyo de Johnson al plan de Trump
El gobierno británico estimó el martes que el plan presentado por Trump para resolver el conflicto palestino-israelí “podría constituir un avance positivo”.
Rechazado de entrada por los palestinos, el plan fue discutido telefónicamente entre Donald Trump y el primer ministro británico, Boris Johnson.
“Podría ser un avance”, indicó un portavoz de Johnson.
“Excesivamente bueno” para los palestinos
Antes de la presentación, Trump había asegurado que los palestinos “deberían querer” el “Acuerdo del siglo”. “Probablemente no lo van a querer de entrada, pero creo que al final sí lo harán”, añadió.
De esta forma, sostuvo que “es muy bueno para ellos” y que “de hecho, es excesivamente bueno para ellos”. “Sin ellos, no hay acuerdo”, indicó, antes de recordar que Estados Unidos “cortó la ayuda a los palestinos”, algo que “no le gustó hacer”.
«Lo hicimos. Creo que hay una muy buena oportunidad y que van a querer esto», argumentó. «Si lo conseguimos, será un gran tributo para todos. Si no, la vida sigue», remachó.
Un punto clave en la estrategia de Kushner es reclutar a países árabes de la región para que convenzan a los palestinos de acercarse a la mesa negociadora, y después de meses de contactos, la Casa Blanca ya ha compartido detalles del plan con “aliados importantes” en la zona, dijo a Efe una fuente oficial estadounidense.
Rechazo desde Palestina
El primer ministro palestino, Mohamed Shtayé, había hecho el lunes un llamamiento a la comunidad internacional para que rechace el “Acuerdo del siglo”.
“Queremos que la comunidad internacional no sea un socio en este acuerdo, ya que contradice el alfabeto del Derecho Internacional y los derechos inalienables de nuestro pueblo”, señaló, según ha informado la agencia palestina de noticias WAFA. Así, sostuvo que el plan beneficia a Israel a costa de los derechos del pueblo palestino, antes de recalcar que no constituye una base sobre la cual trabajar para resolver el conflicto.
Shtayé manifestó que la propuesta sacude los pilares de la Iniciativa de Paz Árabe -aprobada en 2002 y respaldada posteriormente en 2007 y 2017-, al tiempo que reiteró que Jerusalén Este debe ser la capital del futuro Estado de Palestina.
“Este plan no devuelve la tierra ocupada a su pueblo, no reconoce las fronteras de 1967, no reconoce Jerusalén como territorio ocupado, sino que se lo da a Israel como capital, lanza una guerra financiera contra la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), cierra la oficina de Palestina en Washington y trabaja para secar las fuentes financieras de la Autoridad Palestina”, explicó.
Por ello, reiteró que «no es otra cosa que un plan para liquidar la causa palestina». Shtayé pidió además que «la nación árabe esté más unida que nunca y sea un escudo que proteja a Palestina de la gran conspiración y salvaguarde los derechos de su pueblo».
La Autoridad Palestina ya ha rechazado la mediación de Estados Unidos por su decisión sobre el estatus de Jerusalén, argumentando que mantiene una postura sesgada y favorable a los intereses de Israel.
Trump anunció el 6 de diciembre de 2017 el cambio a Jerusalén su Embajada en Israel, dinamitando con ello el único punto de consenso en la comunidad internacional sobre el conflicto entre israelíes y palestinos: que el estatus de la ciudad santa debía decidirse en un eventual diálogo de paz. Un total de 128 países se manifestaron en contra de este movimiento en una votación de la Asamblea General de Naciones Unidas, pese a lo cual Estados Unidos y sus aliados han seguido adelante con sus planes. Israel considera zanjada la cuestión de la capitalidad de Jerusalén.
(Con información de Europa Press, Infobae y EFE)