Una estatua de madera que remedaba al presidente estadounidense Donald Trump fue consumida por las llamas el jueves en Eslovenia, el país natal de su esposa Melania.
La construcción de casi ocho metros de altura, erigida el año pasado en una aldea en el noreste del país, mostraba a Trump con su típico peinado, traje azul, camisa blanca y larga corbata roja. Su brazo derecho con el puño crispado se alzaba como el de la Estatua de la Libertad en Nueva York.
La policía eslovena buscaba al incendiario.
Un mecanismo interior de la estatua, al ser activado, abría la boca para mostrar una dentadura similar a la de un tiburón.
“Como todos los populistas, la estatua tiene dos caras”, dijo su creador, Tomaz Schlegl, al develarla en agosto. “Una es bondadosa y amable, la otra la de un vampiro”.
Aunque la construcción atrajo a muchos turistas, algunos aldeanos disgustados habían prometido incendiarla la noche de brujas, el 31 de octubre. Entonces la trasladaron a la aldea vecina de Moravce.
El alcalde Milan Balazic dijo que el incendio, perpetrado por desconocidos, era “un símbolo de intolerancia hacia los proyectos artísticos en nuestra sociedad”.
No es la primera vez que se realiza una talla en madera de un miembro de la familia Trump en Eslovenia.
Una escultura de tamaño natural de la primera dama estadounidense fue tallada del tronco de un tilo y exhibida en su pueblo natal, Sevnica, en junio, donde provocó reacciones diversas.
Melanija Knavs cambió su nombre a Melania Knauss cuando inició su carrera de modelo. Se asentó en Nueva York en 1996 y conoció a Trump dos años después.
La elección de Trump generó esperanzas en Eslovenia de que la primera dama promovería a su pintoresca patria alpina. Pero casi no ha mencionado a Eslovenia en sus apariciones en público y no ha visitado la pequeña nación de Europa central desde que asumió Trump.
Fuente: AP