El FBI tenía justificación para iniciar su investigación sobre los vínculos entre la campaña presidencial de Donald Trump y Rusia, y no actuó por inclinación política, declaró el lunes el órgano de vigilancia interna del Departamento de Justicia, socavando las reiteradas afirmaciones del presidente de que es objeto de una “cacería de brujas”.
El esperado reporte rechazó las teorías y críticas propagadas por Trump y sus simpatizantes, aunque también encontró “graves fallas de rendimiento” en la cadena de mando, que los republicanos citan como evidencia de que Trump fue blanco de una investigación injusta.
La afirmación de la legitimidad de la investigación, balanceada por las críticas a la manera en que se realizó, garantizó que persistirán las disputas partidistas en torno a una de las pesquisas más delicadas políticamente en la historia del FBI. Otra revisión sobre los orígenes de la investigación continúa, y el fiscal seleccionado por el secretario de Justicia insinuó el lunes que revisará más a detalle las acciones del FBI.
La revisión del lunes efectuada por el inspector general Michael Horowitz desechó varias líneas de ataque a la investigación sobre Rusia, revelando que se inició de manera adecuada y que los líderes en materia de seguridad no tenían inclinación política alguna. Contrario a las afirmaciones de Trump y otros detractores, señaló que la investigación de oposición recopilada por un exespía británico de nombre Christopher Steele, no fue factor en la decisión de iniciar la pesquisa conocida como Crossfire Hurricane (Huracán de Fuego Cruzado). Además, rechazó las acusaciones de que el FBI le tendió una trampa a un exasesor de campaña de Trump en el centro de la indagatoria.
Reveló que el FBI tenía un “propósito autorizado” al momento de iniciar su investigación en julio de 2016 sobre si la campaña de Trump se coordinaba con Rusia para inclinar los comicios a su favor. El reporte señaló que el FBI tenía causa para investigar una posible amenaza de seguridad nacional.
El director del FBI Chris Wray resaltó en una entrevista con The Associated Press que el reporte no encontró una inclinación política, pero que identificó problemas que son “inaceptables y no representan lo que somos como institución”.
El FBI está implementando más de 40 medidas con el objetivo de enmendar algunas de las operaciones más importantes de la agencia, como la solicitud de órdenes judiciales para vigilancia y la interacción con fuentes confidenciales.
Fuente: AP