El crimen organizado y los cárteles de la droga mexicanos representan la mayor amenaza criminal para Estados Unidos y resulta preocupante que algunas de estas bandas delictivas “pueden estar adoptando técnicas terroristas”.
En el reporte elaborado por el Servicio de Investigación del Congreso (CRD) de Estados Unidos, en poder de Infobae México, destaca la peligrosidad de las organizaciones de tráfico de drogas (DTO, por sus siglas en inglés) debido a que trabajan en todo el hemisferio occidental y están involucrados en una extensa “red de lavado de dinero, soborno, tráfico de armas y corrupción”.
En el reporte, que incluye información del Departamento de Estado y de la Agencia Antidrogas de EEUU, el Congreso estadounidense manifiesta su preocupación por la violencia en México y advierte que “puede seguir evaluando cómo el gobierno mexicano combate el tráfico de drogas ilícitas y trabaja para reducir la violencia relacionada con el narcotráfico. Asimismo, señala las nueve organizaciones delictivas, de origen mexicano, que producen y trafican drogas ilícitas en la Unión Americana, tales como: heroína, metanfetamina, marihuana y potentes opiáceos sintéticos como el fentanilo y el tráfico de cocaína de América del Sur:
- Cártel de Sinaloa
- Los Zetas
- Cártel de Tijuana
- Cártel de Juárez
- Cártel de Los Beltrán Leyva
- Cártel del Golfo
- Familia Michoacana
- Caballeros Templarios
El documento en manos del CXVI Congreso de EEUU desde agosto de 2019, evalúa la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador, destaca la “ausencia de inteligencia estratégica y táctica” del gobierno mexicano, advierte que “cualquier reajuste importante de su política de seguridad aún no está claro” y manifiesta sus dudas sobre la posibilidad de equilibrar las políticas de austeridad con las necesidades presupuestales para combatir “la inseguridad y la escalada de violencia”, que se ha extendido de la frontera con Estados Unidos (Tamaulipas, Chihuahua y Baja California) hacia el interior del territorio mexicano, al llegar a los estados de Michoacán y Guerrero.
Aunque la violencia es una característica “intrínseca del comercio de drogas ilícitas”, la violencia que se registra en prácticamente todo el territorio mexicano, relacionada con el tráfico ilegal de drogas “es de una escala totalmente diferente”. Por lo tanto, “los excesos de la violencia de México podrían considerarse excepcional para los estándares típicos de la delincuencia organizada”, expone el reporte fechado el 15 de agosto.
El documento detalla que los grupos del crimen organizado han fragmentado y diversificado sus actividades delictivas, al realizar actividades relacionadas con la extorsión, el secuestro, el robo de autos, el contrabando de petróleo, el tráfico de personas y la venta de drogas al menudeo, entre otros negocios ilícitos.
Sobre la actuación de las fuerzas militares, el documento menciona “preocupaciones por las violaciones graves de los derechos humanos que involucran a las fuerzas militares y a la policía mexicana, que, a veces, según los informes han actuado en connivencia con grupos criminales de México”.
Refiere también la violencia contra los políticos mexicanos, registrada durante el proceso electoral federal de 2018. “En 2018, unos 37 alcaldes, ex alcaldes, o candidatos a alcaldes fueron asesinados, y los asesinatos de funcionarios públicos se elevaron por encima de 500”.
Respecto a los asesinatos de periodistas señala que en 2017 y 2018, un periodista fue asesinado casi una vez al mes y sólo en los ocho primeros meses de 2019 han muerto 10 periodistas en el ejercicio de su labor, “ lo que lleva a la condición de México como uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo”.
México 2006-2019
El documento analiza la política mexicana para combatir el tráfico ilegal de drogas y a los grupos criminales. Recuerda que durante el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), el presidente lanzó “una campaña agresiva contra los traficantes de droga”, que en México es conocida como la declaración de guerra contra los cárteles del narco.
“Los DTOs mexicanos (cárteles) resistieron violentamente a esta campaña y la operaciones del gobierno para eliminar el liderazgo provocó cambios en la organización, aumentó la inestabilidad de los grupos y la violencia”, subraya el documento en el que menciona los casos específicos de el cártel de Tijuana (Arellano Félix), el cártel de Sinaloa (Chapo Guzmán), cártel del Juárez (Vicente Carrillo Fuentes) y el cártel del Golfo (Osiel Cárdenas).
Explícitamente, el documento subraya que la guerra de Calderón provocó la fragmentación de los cárteles, más violencia y muerte: Los primeros cuatro grupos criminales se convirtieron en siete y luego en nueve y la “tasa de homicidios intencionales de México alcanzó nuevos registros en 2017 y 2018”.
Él envió a tropas del ejército mexicano y la policía federal para combatir las organizaciones de tráfico de drogas en los ‘puntos calientes’ en todo el país. Su gobierno hizo algunas detenciones dramáticos y bien publicitadas, pero pocos de esos capos capturados fueron condenados
Sobre el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018) advierte que igual que en el sexenio anterior, los narcotraficantes ejercieron una “considerable influencia territorial, cerca de los centros de producción de drogas y a lo largo de las rutas de tráfico de drogas”. Señala que las tasas de homicidios tuvieron una disminución inicial, en 2016 y 2017 las cifras alcanzaron “niveles récord” con aumentos del 22 y 23%, respectivamente.
Reconocen que durante la gestión de Peña Nieto (2012-2018) hubo una mayor cercanía y cooperación en la relación bilateral de México-Estados Unidos y ejemplo de ello fue el aumento significativo de extradiciones, “con una mayoría de los sospechosos buscados por el gobierno de Estados Unidos sobre el tráfico de drogas y cargos relacionados”.
Cuestionan también que aún y cuando el entonces presidente Enrique Peña se comprometió a cambiar la estrategia beligerante que inició su predecesor en la Presidencia de México, no consiguió cambiar el rumbo en su política de seguridad, la cual siguió orientada a eliminar el liderazgo de los cabecillas de los cárteles:
Derribar a los capos de la droga, en lugar de reducir la violencia criminal que afecta a la población civil y las empresas
Respecto al presidente Andrés Manuel López Obrador, el documento retoma la promesa electoral del candidato del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) de “evitar el fracaso de las dos administraciones anteriores para reducir la violencia y la inseguridad”.
Destaca que el presidente López Obrador ha mantenido su popularidad, “a pesar de que insiste en negar el aumento de la violencia y homicidios” y de enfrentarse continuamente a la prensa mexicana. El reporte también incluye las tasas de homicidios durante su gestión: En 2018, los homicidios en México registraron un incremento del 33% sobre los números del 2017, pero en 2019, la cifra llegó a un nuevo récord de 17,000 homicidios entre enero y junio de este año.
Antecedentes
La preocupación del Congreso de EEUU sobre los índices de violencia en México aumentaron desde 2012, cuando dos empleados de la Embajada de Estados Unidos en México -quienes iban acompañados de elementos de la Secretaría de Marina (Semar)- fueron emboscados y acribillados por policías federales, en la localidad de Tres Marías, del Estado de Morelos.
La preocupación escaló en 2015, cuando miembros del Cártel Jalisco-Nueva Generación derribaron un helicóptero militar con un lanzacohetes, cerca de la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
Fuente: Infobae