Rudy Giuliani, el influyente ex alcalde de Nueva York y abogado del presidente Donald Trump, se reunió en septiembre con funcionarios del Departamento de Justicia para discutir el caso de un nuevo cliente, un empresario venezolano de gran fortuna investigado en Miami por un masivo caso de lavado de dinero, dijeron fuentes familiarizadas con la reunión de Washington D.C.
Giuliani organizó la reunión después de haber visitado a Alejandro Betancourt el mes anterior en su castillo en Madrid, dijeron las fuentes. El equipo legal de Betancourt, que incluye a Giuliani entre otros prominentes abogados, asistieron al encuentro en el Departamento de Justicia.
Durante su visita a España en agosto, Giuliani aprovechó la oportunidad para reunirse también por separado con un importante asistente del presidente ucraniano para presionarlo a abrir una investigación por presuntos actos de corrupción solicitada por Trump sobre su rival político demócrata, Joe Biden.
Si bien Giuliani ha ganado notoriedad como abogado personal del presidente estadounidense en el asunto ucraniano — tema principal de los procedimientos de juicio político contra el gobernante llevado en el Congreso — el ex alcalde y ex fiscal se ha convertido en uno de los abogados de Betancourt en el caso de lavado de dinero de Miami.
La contratación de Giuliani por parte de Betancourt fue reportada por primera vez el martes por el Washington Post, diario que presentó a Giuliani como un abogado potencialmente en conflicto al brindar “sus servicios a clientes extranjeros con intereses ante el gobierno de los Estados Unidos mientras trabaja en nombre del presidente”.
El abogado de Giuliani, Eric Creizman, declinó hacer comentarios en la historia del Post.
El abogado de Betancourt en Miami, Jon Sale, declinó hacer comentarios sobre el papel de Giuliani como co-abogado del empresario venezolano. En cuanto a la investigación federal de Betancourt, Sale le dijo al Miami Herald que Giuliani no había cometido ningún delito.
El Departamento de Justicia también se negó a comentar sobre Giuliani o su reunión con abogados federales.
No está claro actualmente si Giuliani continúa representando a Betancourt en el caso de Miami.
En los documentos de la corte federal de Miami, Betancourt no aparece identificado por su nombre, apareciendo solo como “Conspirador 2”, de acuerdo a fuentes familiarizadas con la investigación internacional de lavado de dinero.
Betancourt forma parte de una clase de hombres de negocios políticamente conectados con vínculos financieros con Miami y Nueva York que se han vuelto fabulosamente ricos gracias a los negocios obtenidos del régimen socialista de Venezuela.
El empresario cofundó una compañía eléctrica llamada Derwick Associates hace una década que ha cosechado miles de millones de dólares en contratos gubernamentales para una serie de nuevas plantas en Venezuela.
Con la fortuna acumulada, Betancourt no solo expandió su negocio a Estados Unidos, sino que también compró un penthouse en el Olympic Tower de Nueva York, además del castillo histórico y otras propiedades de lujo en España, según documentos judiciales. También ha alquilado aviones para sus negocios en Estados Unidos y una vez tuvo un apartamento de lujo en Miami, según los registros.
El caso de lavado de dinero en Miami acusa a un primo de Betancourt y a varios de los llamados boliburgueses, empresarios jóvenes y bien educados cercanos al régimen, de conspirar en un esquema de corrupción para desfalcar a la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) de $1,200 millones.
Aunque Betancourt no es identifica directamente con su nombre, varias fuentes familiarizadas con la investigación aseguran que se encuentra entre la docena de conspiradores y funcionarios venezolanos no identificados que figuran en una denuncia penal.
Betancourt, de 39 años, y algunos de los otros conspiradores y funcionarios no identificados podrían ser agregados como acusados en el caso, según las fuentes familiarizadas.
Hasta ahora, nueve personas han sido acusados formalmente, con dos declarándose culpables y uno en espera de juicio. Los seis acusados restantes, incluyendo al primo de Betancourt, Francisco Convit Guruceaga, son considerados como fugitivos por la Oficina del Fiscal Federal de Miami.
Thor Halvorssen Mendoza, presidente de Human Rights Foundation, ha estado advirtiendo sobre las operaciones de Betancourt desde el 2012, demandando al empresario de defraudar al pueblo venezolano de miles de dólares.
“La contratación de Giuliani tiene mucho sentido”, dijo Halvorssen a El Nuevo Herald. “No es sorprendente.”
“El señor Betancourt entendió una cosa muy claramente en su tiempo de emprendedor sin dinero en Venezuela: Todo se trata de tener conexiones con la cúpula del gobierno y de las cortes”, dijo Halvorssen. “Y naturalmente, de la misma manera que fue directamente a la cima de PDVSA y del Ministerio de Energía y del Ministerio de Electricidad en Venezuela, fue directamente a la cima en los Estados Unidos…. Cuando [Barack] Obama estaba en el cargo, contrató a los mejores abogados demócratas. Ahora con Trump en el cargo, contrata a Rudy Giuliani “.
Las cortes federales de Miami, Houston y Nueva York llevan distintos casos de corrupción y lavado de dinero que involucra miles de millones de dólares desfalcado de la nación venezolana durante los 20 años que el chavismo ha gobernado en Venezuela.
La corrupción sin precedentes es una de las principales razones detrás del colapso económico del país petrolero que ha provocado una crisis humanitaria sin precedentes en América Latina y forzado a más de cuatro millones de venezolanos a huir de sus hogares.
Siga a Antonio María Delgado en Twitter: @DelgadoAntonioM
Fuente: El Nuevo Herald