Preocupada porque se esté acabando el tiempo, la Unión Europea intentó presionar el miércoles a Gran Bretaña en las negociaciones del Brexit publicando un borrador de acuerdo que plasma en lenguaje legal lo acordado _e incluso lo que no se ha acordado_ por ahora sobre la salida británica del grupo.
Gran Bretaña abandona oficialmente la UE el 29 de marzo del año que viene, pero las negociaciones deben terminar el próximo otoño para que los diferentes parlamentos tengan tiempo de ratificar el acuerdo final de salida. El nuevo texto resume todo lo tratado en las conversaciones por ahora, pero traza una línea estricta en temas en los que Gran Bretaña no se ha pronunciado.
“Si queremos tener éxito en estas negociaciones, y yo quiero tener éxito, debemos acelerar”, señaló el negociador jefe de la Unión Europea para el Brexit, Michel Barnier, en la presentación del texto. “En 13 meses Gran Bretaña ya no será un miembro de la Unión Europea. Eso es lo que quería”.
Aunque los rumores sobre el contenido del borrador ya han molestado a algunos al otro lado del Canal de la Mancha, Barnier dijo a la prensa que “este texto borrador no contiene sorpresas para nuestros amigos británicos”.
Los líderes de la UE han presionado a la primera ministra británica, Theresa May para que dé más detalles sobre cómo ve el funcionamiento futuro de la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte, cuánto debería durar el periodo de transición para suavizar la salida y la visión de su gobierno sobre las futuras relaciones entre los socios.
Sin embargo, se han visto frustrados por la falta de respuesta, y las negociaciones están básicamente a la mitad.
Al mostrar los progresos, o la falta de los mismos, en lenguaje legal, la UE aumenta la presión sobre May, que ha visto su gobierno golpeado por las divisiones internas y la creciente oposición de parlamentarios rivales.
Por ahora, lo más polémico de las 120 páginas _un borrador que probablemente sufrirá cambios considerables_ se refiere al tránsito de bienes, servicios y personas en la frontera entre Irlanda, miembro de la UE, e Irlanda del Norte, que forma parte de Reino Unido.
Gran Bretaña y la UE acordaron en diciembre que la casi invisible frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte permanecería abierta después del Brexit en 2019, pero no concretaron cómo llevarlo a la práctica.
Ante la falta de “soluciones pactadas” por ahora, el borrador de la UE sugiere que Irlanda del Norte permanezca en la unión aduanera, lo que en la práctica crea una frontera en el Mar de Irlanda entre Gran Bretaña y su territorio norirlandés, en la que tendrían que hacerse comprobaciones aduaneras.
El secretario británico de Exteriores, Boris Johnson, acusó a los contrarios al Brexit de utilizar la frontera para atar las manos de Gran Bretaña “para que en realidad no pueda dejar la UE”.
Otro punto que probablemente cause malestar en Londres es el periodo de transición que pretende evitar un vacío legal repentino que afecte a las empresas, el comercio y los mercados. El texto establece que ese periodo terminaría el 31 de diciembre de 2020, un límite pragmático porque coincide con el fin del presupuesto a largo plazo actual de la UE, al que contribuye Gran Bretaña.
El gobierno de May ha pedido más tiempo, pero como no ha propuesto otra fecha y legalmente no se puede dejar abierto el plazo, el texto emplea la fecha preferida por la UE.
Aparte de eso, los líderes de la UE quieren respaldar una serie de recomendaciones en su próxima cumbre, el 22 y 23 de marzo, para negociar las relaciones futuras entre el bloque y Gran Bretaña, el primer país que abandona el club.
El presidente del consejo europeo, Donald Tusk, que preside las cumbres de jefes de gobierno, dijo el viernes que la UE lo hará en tres semanas “tanto si Gran Bretaña está lista con su visión de nuestras relaciones futuras como si no. Naturalmente, sería mucho mejor si lo estuviera, pero no podemos quedarnos parados esperando”.
Para aumentar la presión, Tusk se reúne con May en Londres el jueves, la víspera de un importante discurso de la mandataria en el que, según las autoridades, definirá la visión de su gobierno de las futuras relaciones con la UE.
Entre tanto, las negociaciones han pasado un nivel técnico más bajo desde diciembre. La semana que viene está prevista otra ronda de conversaciones.
Fuente: Associated Press