El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, cerró, en Quito, la campaña proselitista con miras a la consulta popular y referéndum del próximo domingo, con una condena a las agresiones.
«Rechazo totalmente cualquier tipo de agresión física a cualquier persona, en cualquier lugar del mundo. Lo he predicado toda la vida, he dicho que es necesario que nos unamos, respetemos», dijo Moreno al indicar que habrá sanción para todas las personas que han ofendido de palabra o agredido físicamente a otros.
La aseveración la realizó, sin personalizar ninguna situación, el mismo día en que su ex correligionario y predecesor Rafael Correa, denunció el asedio de una turba en las afueras de una radio en Quinindé, en la costa del país, en la que daba declaraciones sobre su campaña por el «no» a la consulta popular impulsada por Moreno.
El Ministerio del Interior anunció que la Policía investigará los hechos ocurridos en Quinindé, así como a los responsables «que atentaron contra el orden público y los bienes públicos y privados».
Recordó que la Policía es parte del operativo de seguridad del proceso electoral, «en tal virtud las actividades de campaña de los distintos grupos políticos son acompañadas por personal policial para precautelar su integridad», indicó.
Formuló un llamado a la ciudadanía para que «se mantenga la paz y el orden público en beneficio de una adecuada convivencia democrática».
Sin entrar en detalles, Moreno ha apuntado que «nada se resuelve con agresiones verbales o físicas. Nadie tiene por qué ser agredido. Lo he dicho una y mil veces: ¡a desterrar el odio y la violencia!».
En su alocución en el mitin en Quito, el jefe de Estado volvió a pedir el respaldo del pueblo para que quienes hayan sido sentenciados por corrupción no puedan volver a ocupar un cargo público y que respondan con su patrimonio, como señala una de las preguntas.
Asimismo, instó a votar «si» en la pregunta para que sean imprescriptibles los delitos de abuso sexual contra menores, así como en el resto de cuestiones de la consulta y el referéndum, que contiene siete preguntas en total.
Moreno pidió el apoyo «para que nadie se crea dueño del poder» y se elimine la reelección indefinida pues considera que eternizarse en el poder corrompe a los mandatarios.
«El pueblo tiene derecho a elegir nuevos gobernantes, a refrescar», dijo al apuntar que «la corrupción campea cuando hay un solo gobernante que cree que va a quedarse toda la vida».
El jefe de Estado, del movimiento de izquierdas Alianza País, comentó que el próximo mes de marzo cumplirá 65 años y señaló: «Esta es mi última oportunidad de servir a la patria y no la voy a desperdiciar. Ya tendremos tiempo de descansar cuando nos muramos».
Pidió a sus colaboradores en el gabinete «rajarse» por servir a Ecuador, «por devolverle la dignidad que en algún sentido nos fue arrebatada en el último período de la década anterior», comentó en alusión a la administración de Rafael Correa, de quien Moreno fue vicepresidente en los inicios de su administración.
«A devolverle la dignidad al Gobierno, vamos a devolverle la dignidad a la ciudadanía. Vamos a salir adelante, lo estamos haciendo bien y podemos hacerlo mucho mejor todavía», apuntó el jefe de Estado, que asumió el poder en mayo de manos de Correa tras vencer en las urnas al centroderechista, Guillermo Lasso.
Fuente: Infobae.com