Recurriendo a una industria a la que ha reprendido, el presidente Donald Trump nominó el lunes a un exejecutivo del sector farmacéutico como secretario de Salud, para supervisar una agencia con un presupuesto de 1 billón de dólares.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) es responsable de programas importantes como el de seguro médico, la investigación médica, la seguridad en alimentos y medicamentos, y salud pública.
La nominación de Alex Azar, quien ha trabajado también para el gobierno, es inusual porque los secretarios de Salud han tendido a provenir de las filas de funcionarios electos _como gobernadores_, líderes académicos o gerentes de nivel superior del poder ejecutivo, no de las propias industrias que deben ser reguladas por el departamento.
«¡Él será un astro por una mejor salud y precios más bajos de los medicamentos!», tuiteó Trump el lunes por la mañana al anunciar la nominación.
Azar, de 50 años y abogado de profesión, ha pasado la mayor parte de los últimos 10 años con el gigante farmacéutico Eli Lilly. Ascendió hasta ocupar el cargo de presidente de la clave filial estadounidense, antes de partir en enero para iniciar su propia firma de consultoría. Ha sido visto como un experto en la regulación de la salud pública.
Como secretario a cargo del HHS, Azar tendría que evitar escrupulosamente posibles conflictos con los intereses de largo alcance de Lilly, como la aprobación de medicamentos hasta el reembolso de gastos del Medicare, el programa gubernamental de asistencia médica para los ancianos.
El fabricante de medicamentos ha sido fustigado por los grupos defensores de los pacientes por haber aumentado el precio de uno de sus productos más importantes: la insulina.
Los estadounidenses califican sistemáticamente el alto costo de los medicamentos recetados como una de sus máximas preocupaciones sobre el cuidado de salud, poniéndolo por arriba de temas divisivos como la derogación del programa de salud, conocido como Obamacare, según las encuestas de opinión pública.
Trump ha criticado fuerte a la industria. «Las compañías farmacéuticas, francamente, se salen con la suya con homicidios», dijo el presidente meses atrás durante una reunión de su gabinete. Los precios están «fuera de control» y «han subido por las nubes», agregó Trump.
En la primavera, un tuit de Trump hizo que se desplomaran las acciones farmacéuticas. El presidente dijo que estaba trabajando en un nuevo sistema que fomentaría la competencia y que llevaría a precios mucho más bajos. Sin embargo, en reuniones con los ejecutivos de la industria, Trump se ha enfocado en acelerar las aprobaciones de medicamentos, una táctica que reduciría los costos y que ellos apoyarían.
De ser confirmado por el Senado, Azar sería el segundo secretario de Salud de Trump. Relevará al excongresista por Georgia Tom Price, quien renunció al cargo después de apenas siete meses, cuando la renta de aviones privados para realizar viajes gubernamentales creó una controversia pública que disgustó al presidente.
Fuente: Associated Press