El papa Francisco lanzó el miércoles una campaña de concienciación y activismo de dos años sobre la situación de los migrantes para contrarrestar el creciente sentimiento antiinmigración en Estados Unidos y Europa, entre otros lugares.
La campaña anima a la gente a conocer a migrantes y a escuchar sus historias en lugar de a tratarlos como estadísticas empañadas por estereotipos negativos.
Francisco, que es hijo de italianos que emigraron a Argentina, presentó la campaña durante su audiencia general semanal levantando los brazos hacia los refugiados y solicitantes de asilo presenten en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano.
Pidió tanto a individuos como a gobiernos que, como él, den la bienvenida a los inmigrantes con los brazos abiertos y se impliquen en su situación al igual que hizo Jesús. Los migrantes se mueven por la esperanza, una virtud muy cristiana, para encontrar una vida mejor, dijo el papa, que animó a los países que los reciben a participar de ese sentimiento.
“Hermanos, no tengan miedo de compartir el viaje. No tengan miedo de compartir la esperanza”, señaló el pontífice.
La Iglesia encabeza la campaña ante el endurecimiento del sentimiento antimigratorio en Occidente.
En las elecciones del pasado domingo en Alemania, el partido antiinmigración Alternativa para Alemania logró representación parlamentaria por primera vez en su historia. Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está presionando para limitar la inmigración y vetó la entrada al país de personas procedentes de algunas naciones de mayoría musulmana, entre otras, además de las de refugiados.
Francisco ha pedido en varias ocasiones a los países que reciban a los migrantes y frenen las expulsiones colectivas, señalando que la dignidad de esas personas y el derecho a la protección están por encima de las preocupaciones sobre seguridad nacional. Al mismo tiempo, reconoció que las autoridades deben gestionar los flujos de refugiados “con prudencia”, teniendo en cuenta cuánta gente puede integrarse con éxito en la sociedad.
“Cristo nos pide que recibamos a nuestros hermanos y hermanas con los brazos verdaderamente abiertos, listos para un abrazo sincero, para un abrazo amoroso y envolvente”, dijo el papa. Señalando a la columnata que rodea la Plaza de San Pedro, dijo que el abrazo a los migrantes debería imitar a la construcción, “que representa a la madre iglesia que abraza a todos los que comparten nuestro viaje”.
La Conferencia Episcopal de Estados Unidos, que tiene un papel dominante en la campaña migratoria junto a la federación de asociaciones benéficas del Vaticano, Caritas, condenó en repetidas ocasiones las restricciones migratorias y tomó una contundente posición contra algunas iniciativas del gobierno de Trump.
La campaña lanzada el miércoles busca desafiar la animosidad hacia el colectivo a través de cibersitios que recopilan los “mitos y verdades” del impacto de la inmigración, historias personales de refugiados y explicaciones de las enseñanzas de la iglesia sobre migración.
Los organizadores piden a los católicos que realicen acciones públicas en apoyo de los migrantes, difundiendo mensajes en favor de la causa en redes sociales y participando en programas donde pueden conocer a personas en esta situación.
Fuente: Associated Press