Pyotr Levashov parecía un típico exponente de una clase media en alza en Rusia, un empresario de la internet que va a restaurantes buenos, recibe masajes thai y viaja al exterior.
Hasta que la policía allanó la casa donde pasaba sus vacaciones en Barcelona, lo sacó esposado y lo acusó de ser uno de los generadores de spam más notorios del mundo.
El arresto del 7 de abril fue uno de varios promovidos por Estados Unidos en el último año para pillar a presuntos delincuentes cibernéticos rusos fuera de su patria, que no tiene tratados de extradición con Estados Unidos.
Las detenciones se producen en un momento de tensión en las relaciones entre Moscú y Washington, con denuncias de que hackers del Kremlin interfirieron con el proceso electoral de Estados Unidos, despejando el camino para la elección de Donald Trump. Los abogados de los detenidos afirman que los arrestos buscan aplacar los ánimos en Estados Unidos. Expertos dicen que eso es posible, pero una investigación de la Associated Press no halló evidencia alguna de que sea realmente así.
“Hay una gran cacería”, sostuvo Andrei Soldatov, experto en los servicios de seguridad rusos y coautor de “Red Web”, un libro sobre los esfuerzos de Rusia por controlar la internet. Agregó que los recientes arrestos generan la impresión de que Estados Unidos “trata de entender lo que sucede con el complicado mundo de los hackers rusos y la complicada relación entre los hackers rusos y los servicios secretos rusos”.
Pero Soldatov no descartó otra posible explicación: Que los rusos detenidos traten de vincular sus arrestos con la elección de Trump para generar confusión y darle un trasfondo político a sus casos.
“Es el gran interrogante”, manifestó.
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«TIENE TODOS LOS CORREOS ELECTRÓNICOS QUE HAY»
Al menos cinco rusos fueron arrestados en Europa como parte de las investigaciones de delitos cibernéticos en Estados Unidos.
Evgeny Nikulin, de 29 años, fue detenido en un restaurante de Praga en octubre, acusado de peneterar LinkedIn y Dropbox; Stanislav Lisov, de 31 y supuesto creador del software NeverQuest para robar información financiera, fue arrestado en el aeropuerto de Barcelona durante su luna de miel en enero, mientras que Yuri Martyshev, de 35 y acusado de ayudar a los ciberdelincuentes a probar su software, fue extraditado hace poco a Estados Unidos después de ser sacado de un tren en la frontera entre Rusia y Letonia en abril. El martes fue detenido Alexander Vinni, de 38 años, en un hotel de Grecia, acusado de lavar dinero de hackers en una operación que procesó miles de millones de dólares en divisa digital.
Levashov, de 36 años, es el más conocido de todos. Se lo acusa de fraude y de intercepciones ilegales de comunicaciones electrónicas. Los fiscales dicen que, usando el alias Peter Severa, se asoció en el 2005 con Alan Ralsky, un estadounidense apodado “el Rey del Spam”.
Ralsky dijo que Levashov era un maestro en el arte del hackeo.
“Al lado suyo yo soy un amateur”, declaró Ralsky en una reciente entrevista. “Tiene todos los correos electrónicos que se han creado”.
Los spammers pueden ganar mucho dinero ofreciendo sus servicios a personas que venden productos farmacéuticos y pornografía. Ralsky dijo que Levashov ganaba “más dinero del que podía contar” y viajaba por todo el mundo.
En el 2007 Levashov fue vinculado con un caso en el que Ralsky y otras personas se declararon culpables de varios cargos de fraude. Dos años después, las autoridades estadounidenses identificaron a Levashov como la persona que operaba el botnet (red de robots informáticos que permite controlar todos los ordenadores/servidores infectados de forma remota) “Storm”.
Según Soldatov, Levashov comenzó a promover entre los hackers la idea de colaborar con los servicios de espionaje rusos.
“Fue el primer hacker ruso que conectó al FSC con la comunidad de hackers rusos”, afirmó Soldatov, aludiendo a la agencia de espionaje rusa. “Su intención era hacerla más patriótica”.
Cuando Levashov fue detenido, su esposa María dijo que el arresto estaba “relacionado con la victoria de (Donald) Trump”. Pero posteriormente declaró a la AP que en realidad no estaba segura de eso.
“Creo que hay algunas motivaciones políticas en este caso, pero no estoy segura”, señaló. “No tengo pruebas”.
La abogada de Levashov, Margarita Repina, sostuvo que las autoridades estadounidenses “están arrestando hackers para ver si alguno de ellos admite alguna conexión con lo de Trump”.
Acotó que esa “es solo una opinión. No tengo evidencias”.
Ralsky duda que la detención esté vinculada con las elecciones.
“Están detrás suyo desde hace tiempo”, comentó.
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«UNA PIEZA EN UN PARTIDO DE AJEDREZ”
Levashov no sería el único que insinúa que lo persiguen en conexión con las elecciones del año pasado en Estados Unidos. Lisov también fue detenido en Barcelona y pasó un mes en la misma celda de Levashov en Madrid. Su abogado, Juan Manuel Arrojo, dijo en una audiencia sobre su extradición que Lisov era “una pieza en una partida de ajedrez” entre Washington y Moscú. Sostuvo que el pedido de extradición de Estados Unidos “no es normal”.
Documentos que vio la AP indican que Estados Unidos busca a Lisov desde el 5 de agosto del 2015, lo que desvirtuaría la idea de que su arresto está vinculado con las elecciones, que se realizaron a fines del 2016. Arroyo, no obstante, cuestiona la existencia de ese pedido.
Nikulin, por su parte, declaró a un juez en Praga que dos veces lo sacaron de la cárcel y le ofrecieron un perdón, las ciudadanía estadounidense y refugio para sus padres si confesaba que había hackeado al Comité Nacional del Partido Demócrata por orden del gobierno ruso
Nikulin afirmó que rechazó el ofrecimiento y su abogado Vladimir Makeev declaró en Moscú que su cliente estaba siendo presionado “por ciertos representantes inescrupulosos del FBI que quieren que se le haga un juicio político al presidente de Estados Unidos”.
No hay mucha evidencia que sustente esa afirmación.
Nikulin fue interrogado en presencia de una gente del FBI en San Francisco, según un documento legal en ruso que Makeev le mostró a la AP.
Pero no hay indicio alguno de que el agente, que era una de diez personas entre funcionarios, traductores y abogados presentes en el interrogatorio, haya hablado de las elecciones o le haya hecho ofrecimiento alguno a Nikulin.
No fue posible entrevistar al agente, pero un funcionario del FBI negó que se haya tocado el tema.
El abogado de Martyshev, quien se declaró inocente de todos los cargos, no respondió a pedidos de comentarios.
Levashov podría unírsele pronto en Estados Unidos ya que se espera que España lo extradite.
Su abogada Rapina dijo que eso sería muy injusto ya que el delito del que se lo acusa, spamming, probablemente ni sea un delito en Rusia.
“En su país, Levashov tiene un negocio legal y una familia que mantener”, dijo Rapina. “Es un patriota”.
Fuente: Associated Press