El presidente de Siria, Bashar al Assad, ha desestimado los informes sobre el ataque químico de la semana pasada y ha dicho que son «100% montaje», una afirmación contradicha por numerosos testimonios y análisis independientes.
En una entrevista con la agencia de noticias AFP, realizada bajo restricciones impuestas por el gobierno sirio en el palacio presidencial en Damasco, al Assad afirmó que los detalles reportados de lo sucedido no eran creíbles debido a que su fuente era la antigua filial de al Qaeda en Siria.
El presidente sugirió que las fotografías que mostraban a niños muertos en el ataque, que provocaron indignación alrededor del mundo, fueron montadas. Todo el incidente fue «un montaje» y «poco convincente», afirmó al Assad.
De hecho, los informes de lo ocurrido vinieron de testigos oculares, víctimas y personal médico. El día después del ataque del 4 de abril, que causó la muerte de 89 personas y heridas a docenas más, CNN entrevistó a víctimas que habían huido hacia la frontera con Turquía. Contaron las terribles consecuencias del ataque con gas, asegurando que la ciudad de Khan Sheikhoun fue bombardeada por aviones de guerra del régimen.
Siria y su aliado más poderoso, Rusia, han negado vehementemente las acusaciones, afirmando que los grupos terroristas estaban detrás de las muertes. Pero el Ministerio de Defensa británico y las autoridades turcas aseguran que han realizado pruebas con muestras que proporcionan evidencia del uso del gas sarín o una sustancia similar. Los expertos han dicho que es probable que sólo el régimen sirio tenga la capacidad para producir el sarín, una sustancia volátil con una vida útil muy corta.
Fuente: CNNEnEspanol.com