Ricardo Montes de Oca
Los Marlins de Miami se encuentran en el medio de la frontera, con un pie en la zona de los equipos mediocres y el otro en la de los competitivos. Quizás la diferencia esté en la planificación adecuada y en la organización de los roles que debe cumplir cada jugador.
Es por ello que estos entrenamientos primaverales pudieran ser vitales para las aspiraciones del equipo en el 2017.
Suena sencillo pero no lo es. Hay muchos factores que tendrá que enfrentar el mánager Don Mattingly para mantener enfocados a sus jugadores. El factor de José Fernández no será uno que deba ser ignorado; seríamos muy ingenuos al pensar que los jugadores no tendrían problemas en superar el trágico evento en pocos meses. Tampoco debe ser pasado por alto la situación de la supuesta venta del equipo, con la que la franquicia queda encajonada en un limbo, por la oferta que tiene el actual dueño, Jeffrey Loria, de 1.6 billones de dólares o la de ser el embajador de Estados Unidos en Francia.
Y esos son sólo temas que no ocupan, en teoría, un papel importante dentro del terreno de juego, en donde también hay varios asuntos por resolver.
Miami no cuenta con un as definido en la rotación, pero que a pesar de ello, viéndola desde un punto de vista de balance; es una que podría encausar varias victorias de los peces, sirviendo como preámbulo al bullpen que está supuesto a ser el fuerte de los Marlins.
Edinson Vólquez, Wei-Yin Chen, Dan Straily, Tom Koehler, Jeff Locke, José Ureña, Adam Conley y Justin Nicolino son quienes estarán disputándose los cinco puestos que conforman una rotación de abridores, mientras que los que quedan por fuera se encargarán de fortalecer aún más un bullpen que ya cuenta con nombres importantes.
Sin embargo será Vólquez quien debe dar un paso adelante, y utilizar su experiencia en las Mayores –incluida la de Serie Mundial—para ser la cara de los serpentineros abridores, y guiar la labor de otros como Conley, Ureña y Nicolino; los más jóvenes. Sin excluir el hecho de que parte del futuro de Miami pasa por que Chen repita una actuación similar a la del 2015, olvidando lo decepcionante del año pasado.
En esta campaña Junichi Tazawa y Brad Ziegler se unen al sólido bullpen con el que ya contaban los Marlins, gracias a A.J. Ramos, Kyle Barraclough y David Phelps. En ese aspecto no deben tener problemas, y a pesar de no haber podido concretar las firmas de Aroldis Chapman o Kenley Jansen en la temporada muerta, Miami debe contar con uno de los mejores cuerpos de lanzadores relevistas de todas las Mayores.
Por el lado ofensivo, también existen muchas piezas que deben encajar para hacer de los Marlins un equipo importante en la Liga Nacional. Si bien Miami estuvo entre los peores equipos productores en las Grandes Ligas en el 2016, los promedios estuvieron bien, tal vez fueron cosas del béisbol, pero si esos mismos factores encajan y los bates consiguen ser oportunos, esos números deben subir para los de Mattingly. Claro está la salud de Giancarlo Stanton va a ser factor fundamental para aumentar la cantidad de carreras anotadas por los peces.
La defensa también debe ser un fuerte para los de la Pequeña Habana, quienes cuentan con dos recientes ganadores al Guante de Oro, como Christian Yelich y Dee Gordon, junto a la efectividad de Martín Prado y Adeiny Hechavarría.
Lo cierto es que los Marlins, en esta primavera deben, con inteligencia, ir colocando los bloques de manera estratégica para ir construyendo lo que pudiera ser un equipo por el que muchos hables en los próximos meses. Las piezas son buenas, pero todo queda en la manera en la que son utilizados para que el resultado sea óptimo.