La fuerza del impacto que recibirá esta semana el sur de la Florida por parte del huracán Matthew dependerá del rumbo que tome el sistema en las próximas 24 horas, pero las autoridades están advirtiéndole a los residentes de Miami que se preparen para lo peor.
En una conferencia de prensa el martes que incluyó a comisionados, congresistas y otros funcionarios públicos de Florida, el alcalde de Miami-Dade Carlos Giménez dijo que el condado se encuentra bajo aviso de tormenta tropical.
“En este momento, hay entre un 60% y 70% de chances de que recibamos vientos de nivel de tormenta tropical en el Condado”, dijo Giménez desde la Oficina para el Manejo de Emergencias del condado. “Si la tormenta se va más para el oeste el impacto será mucho más severo”.
A su vez, el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) anunció a las 11 a.m. del martes alerta de vientos huracanados desde Deerfield Beach, en el Condado Palm Beach, hasta los Condados Volusia y Brevard.
El NHC emitió también una alerta de vientos tropicales comenzando desde el Puente de las 7 Millas, en los Cayos, hasta la frontera de Palm Beach.
Giménez dijo que por el momento no hay planes de evacuar ninguna parte del Condado, algo que solo pasará si Miami se ve afectada por vientos huracanados.
“Aquellos que vivan en las zonas designadas de evacuación, empiecen a pensar donde se pueden quedar, si es con amigos, familiares, o en uno de nuestros refugios”, dijo Giménez.
La mayoría de las escuelas de Miami-Dade funcionan como albergues.
El alcalde aconsejó a los residentes no esperar a que llegue la tormenta para tomar las medidas de prevención necesarias, las cuales incluyen abastecerse de comida y agua para pasar al menos tres días, cargar el carro con gasolina por si se produce un desabastecimiento, colocar persianas anti-huracán, y asegurarse que su generador este ubicado en una área despejada al aire libre para que los gases tóxicos no entren al hogar, entre otras cosas.
Por su parte, Alberto Carvalho, el superintendente de las Escuelas de Miami-Dade, dijo que las clases transcurrirán con normalidad el miércoles y que solo serán cancelados los programas de educación nocturnos y las actividades extra curriculares.
“Es muy posible que se cancelen las clases el jueves”, advirtió Carvalho. “Hemos enviado a decenas de inspectores a nuestras escuelas para que inspeccionen los techos y se aseguren que estén listos en caso de necesitarlas como refugio”.
Al mediodía del martes, el huracán Matthew, de categoría 4, azotaba la parte suroeste de Haití y partes de Jamaica, con vientos máximos de 145 millas por hora. Se dirigía en dirección norte hacia Cuba a una velocidad de 9 millas por hora, donde el gobierno de la isla alertó a seis de sus provincias en el oriente para que se preparen para el golpe del huracán.
La última proyección de la tormenta indican que luego su centro tocaría la cadena de islas de las Bahamas, con sus bandas exteriores golpeando directamente las costas del sur de la Florida la noche del jueves y madrugada del viernes.
Se espera que alcance las Bahamas con categoría 3, lo que implica vientos de entre 111 y 130 millas por hora.
La compañía Florida Power & Light (FPL) anunció su plan de emergencia para afrontar la situación, en la que ha puesto a disposición a 4,000 trabajadores para que restablezcan la electricidad en caso de apagones por postes caídos u otros destrozos que pueda causar la tormenta.
“Se trata de una tormenta extremadamente poderosa y peligrosa, y nosotros estamos anticipando un exceso de desechos, entre ellos árboles, ramas, y hojas de palmeras que puedan causar cortes eléctricos en la parte Este de nuestra área de cobertura”, dijo el presidente de FPL, Eric Silagy, en un comunicado.
El gobernador de Florida Rick Scott ya había declarado el lunes por la tarde “estado de emergencia” por el huracán Matthew, que podría tener consecuencias mortales para la península.
“Si el huracán Matthew embiste de lleno contra Florida, puede que haya una destrucción masiva que no hemos visto desde el huracán Andrew, el cual devastó el Condado Miami-Dade en 1992”, dijo el gobernador durante una conferencia de prensa en Palm Beach.
Además, la Guardia Costera estadounidense le está pidiendo a todas las embarcaciones estacionadas en puertos del sur de la Florida con cargas mayores a las 500 toneladas que descarguen su contenido o se marchen.
Fuente: elNuevoHerald.com
