El jueves la policía arrestó a una empleada de una escuela chárter privada de Miami Beach después que un video de vigilancia captó el momento en que le pega, le da cachetadas, codazos y le retuerce los brazos a cuatro niños cuyas edades van de los dos a los tres años, dijo la policía.
El arresto tuvo lugar una semana después que la policía acudió a la guardería Lincoln Martí, ubicada en el 1700 Jefferson Avenue, donde una madre enfurecida se enfrascó en una pelea con una consejera tras ver un video de la mujer en el momento en que golpeaba a un niño, dijo la madre.
Nadie fue detenido durante el enfrentamiento inicial entre Laura Pantano —que desde entonces sacó a su hija de cuatro años de Lincoln Martí— y la empleada Clara Luz Quintero González. Sin embargo, luego de una semana de interrogaciones y vigilancia, la policía de Miami Beach arrestó Quintero González.
La policía dio a conocer copias del arresto de la empleada así como del reporte del incidente ocurrido el 25 de agosto, pero por lo demás no dio muchos más detalles.
“Hay cuatro víctimas separadas, todas de dos y tres años”, dijo Ernesto Rodríguez, portavoz de la policía de Miami Beach. “Nuestros detectives pudieron ver los videos, los cuales junto a los interrogatorios, condujeron a las acusaciones”.
En el arresto de Quintero González y el reporte del incidente se señala que la empleada fue detenida y acusada de cuatro cargos de abuso infantil, y un cargo de negligencia infantil y de tortura por cada niño.
El jueves por la tarde, Quintero González, de 54 años, y vecina de 7227 Bay Drive, fue llevada al Centro de Detenciones Turner Guilford Knight (TGK). Se le fijó una fianza de $30,000, pero deberá permanecer presa hasta que comparezca ante un juez, posiblemente el viernes por la mañana.
La policía dijo que en uno de los incidentes, Quintero González le pegó una cachetada y le haló el brazo a un niño de dos años, luego lo sujetó por los hombros sacudiéndolo, le pegó en la cara, y varias veces en las manos.
“Durante varios minutos en el mismo video puede verse a los niños, cuyas edades van de los dos a los tres años, corriendo por toda el aula y pegándose unos a los otros, al tiempo que lanzan cosas”, escribió un agente en el arresto de Quintero González.
En una declaración jurada, la policía dijo que Quintero González negó haberle pegado a los niños, incluso después de habérsele mostrado el video que la incrimina. La policía señaló que la empleada dijo que no tenía importancia. De igual modo, la policía observó que cuando la escuela la contrató, Quintero González firmó un reglamento que no permite ningún tipo de castigo corporal contra los menores.
El jueves, los administradores de Lincoln Martí no quisieron comentar sobre el caso.
El plantel forma parte de una gran cadena de escuelas Lincoln Martí que tiene 50 instalaciones en Miami-Dade y cuenta con más de 7,000 estudiantes. El fundador de Lincoln Martí es Demetrio Pérez Jr., ex miembro de la Junta Escolar Miami-Dade, quien no pudo ser localizado para conocer su opinión acerca del caso.
Pantano, cuya queja provocó la investigación del comportamiento de Quintero González, dijo que a la policía se le notificó lo que pasó con la empleada la tarde del 25 de agosto. Ese día, dijo Pantano, se enojó tanto después de ver a la mujer pegarle a un niño que subió las escaleras para confrontarla.
“Enloquecí. Armé un gran escándalo”, reconoció Pantano.
Las dos pelearon, aunque niguna fue arrestada. Fue entonces que la policía inició la pesquisa. Pantano dijo que los administradores de la escuela le dijeron a la policía que las cámaras de vigilancia no graban.
Pantano —quien dijo que Quintero González nunca le pegó a su hija— dijo que vio el incidente en la cámara de vigilancia de una computadora que estaba cerca de la puerta principal de la guardería. Pantano agregó que todavía sigue sin comprender por qué nadie pudo ver lo que sucedía con los niños.
La policía pasó la semana pasada haciendo interrogatorios, y pudo salvar 10 minutos de las grabaciones. Pantano dijo que los detectives la llamaron y le agradecieron lo que hizo.
La madre soltera de Miami Beach declaró que durante un año su hija le dijo muchas veces que la consejera sacudía y le pegaba a los niños. Cuando Pantano llevó a su hija el primer día de escuela, la niña le dijo que no quería ir.
Pantano dijo que en repetidas ocasiones le expresó sus preocupaciones a la directora de la escuela Yanet Pérez, pero que nunca le prestó atención a sus quejas.
El jueves se localizó a Pérez en su teléfono celular, pero no quiso hacer ningún comentario. Argumentó que no podía hablar ya que el caso todavía estaba siendo investigado.
“Les advertí [antes de la confrontación del 25 de agosto con Quintero González] que les daría una semana y que después iba a ir a la policía”, dijo Pantano. “Las historias que mi hija me contaba me enfermaban”.
La policía de Miami Beach dijo que el caso ya se le notificó al Departamento de Niños y Familias de la Florida (DCF).
Fuente: elNuevoHerald.com
1 comentario
Es difícil encontrar a escritores con conocimientos sobre este mundillo , pero creo que sabes de lo que estás escribiendo. Gracias compartir un tema como este.