La esposa del magnate se llevó todas las miradas en la primera jornada de la Convención Republicana, en la que fue una de las oradoras más esperadas y dio un mensaje de aliento para el candidato presidencial.
La posible Primera Dama, de 46 años, fue presentada por su marido y comenzó por saludar a los rivales en la interna del partido, para luego deshacerse en elogios para el empresario. También, recordó su infancia en Eslovaquia, por entonces comunista: «Mis padres me enseñaron a trabajar fuerte por lo que uno quiere. A decir lo que uno piense. Necesitamos pasar esas lecciones a las próximas generaciones», señaló.
«Mi esposo se ha preocupado por el país desde que lo conocí. Sé, con mi corazón, que hará una gran diferencia, duradera. Tiene mucha determinación y fuerza», comentó. Además, trató de enviar un mensaje inclusivo, frente a las acusaciones de xenofobia que ha recibido por sus propuestas: «Mi esposo ofrece una nueva dirección. Quiere representar a todos, y no solo a una parte de la gente. Eso incluye a cristianos, judíos y musulmanos. Blancos, afroamericanos, latinos. Clase alta, media y baja».
La ex modelo también repasó su llegada a EEUU, hace 20 años. «Me sentí muy orgullosa de convertirme en ciudadana norteamericana, el privilegio más grande del planeta Tierra». A su vez, también opinó sobre su rol en la eventual presidencia de Trump: «Si tengo el honor de ser la Primera Dama, trabajaré por los que más lo necesitan».
En línea con la campaña, Knauss-Trump también dedicó críticas para la gestión de Barack Obama. «El país no está siendo bien manejado y necesita un líder. Todos queremos un cambio. Donald es el único que puede traerlo. Donald quiere prosperidad para todos», expresó.
También, se refirió a la unidad del Partido Republicano, en reconstrucción luego del cisma que representó el avance del empresario: «La primaria está en el pasado. Vamos todos juntos a la campaña nacional». Y remató: «Mi esposo está listo para liderar este gran país».