Una de las primeras consecuencias de la elección británica a favor de abandonar la Unión Europea llegó tras conocerse los resultados oficiales del referéndum y fue la renuncia del primer ministro David Cameron.
El jefe de gobierno anunció su decisión dado que «el nuevo rumbo por el que optaron los ciudadanos necesita un nuevo líder, acorde a esos nuevos objetivos».
Cameron fue uno de los principales exponentes de la permanencia dentro de la UE y, por coherencia política, aseguró que cuando las ideas de un gobierno «no coinciden con el pedido del pueblo», los gobiernos deben dar un paso al costado y respetar «los deseos de la ciudadanía».
«En el rumbo que se ha tomado, el barco necesita de un nuevo capitán» aseguró Cameron y presentó su renuncia que será efectiva en el mes de octubre cuando se reúna la convención del Partido Conservador, ya que el sucesor debe ser el líder de ese partido que fue elegido para gobernar en las últimas elecciones.
Las intenciones manifiestas de algunos miembros del gabinete de gobierno y de otros tories -definición histórica dada a los conservadores- para convertirse en el nuevo Primer Ministro son un hecho y estos son algunos de los posibles candidatos a la sucesión.
Boris Johnson
Es el ex alcalde de Londres y durante la campaña por el Brexit se ubicó contrario al líder de su partido, Cameron. Uno de los exponentes del «Leave», la opción que triunfó en el referéndum. Según las encuestas de imagen, el excéntrico periodista nacido en Nueva York, es uno de los candidatos con más chances de tomar el liderazgo del partido. Al conocerse los resultados oficiales, Johnson se manifestó en un tono conciliador muy distinto al de su campaña en los días previos y dijo que «nada va a cambiar de inmediato» y que los ciudadanos británicos no debían preocuparse, una posición muy adecuada a la ideología conservadora en medio del quiebre con el bloque regional. Johnson fue uno de los políticos más convencidos del lema por el Brexit: «Retomar el control de Reino Unido».
George Osborne
Es miembro de la Cámara de los Comunes, el Parlamento británico, desde el año 2001 y desde la asunción de David Cameron como primer ministro, es el Canciller de Hacienda de su gabinete, el título dado al encargado de los asuntos económicos del gobierno. Fue uno de los partidarios del «Remain» (Permanecer) y durante la campaña previa al referéndum sostuvo que, en caso de una salida, Reino Unido debería recortar el gasto público y muchos empleos estarían en riesgo. Sus palabras preocuparon a sectores de la ciudadanía y le hicieron perder imagen positiva según algunos sondeos al interior del partido, sin embargo es uno de los candidatos más mesurados y cercanos a la política de Cameron para la sucesión.
Theresa May
Es la actual Ministro del Interior del Reino Unido y durante las campañas por el Brexit intentó mantenerse en una posición conciliadora para que el partido no se divida por los enfrentamientos a favor y en contra de la Unión Europea. En una entrevista con la cadena británica BBC sugirió cómo sería un gobierno dirigido por ella y la necesidad de mantenerse en un bloque regional reformado, algo que no sucederá tras los resultados del referéndum. En el caso de una contienda interna, May se perfila como una de las favoritas contra Boris Johnson.
Michael Gove
Es escocés, secretario de educación del gabinete, miembro del Parlamento desde el año 2005 y se desempeñó como columnista en el diario The Times previo a su carrera dentro del gobierno británico. Actualmente es también Lord Canciller, un importante puesto político y uno de los pocos designados por la corona, es designado por el soberano (en este caso la Reina) siguiendo el consejo del Primer Ministro. Gove tiene el 31% de aprobación de los conservadores para suceder a Cameron como líder del partido y aunque nunca manifestó intenciones abiertas de ser jefe del gobierno, por su carrera política se considera uno de los posibles candidatos.
Stephen Crabb
Tiene 43 años y es uno de los posibles sucesores más jovenes para convertirse en Primer Ministro. Es el actual secretario de trabajo del gabinete, cargo que asumió en marzo de este año tras la renuncia de su predecesor en el cargo. Fue whip del partido (término político derivado de «látigo»), quien se encarga de mantener unidos y con los mismos objetivos comunes a los legisladores del bloque. Crabb tiene una imagen positiva en crecimiento entre los conservadores y ese motivo lo coloca en la escena para ocupar la oficina principal de la sede de gobierno en el número 10 de Downing Street.