En ese sentido, apuntó que en marzo pasado, cuando el virus ya llevaba al menos dos meses propagándose por la isla y ya se habían confirmado más de 400 contagios en la isla, organizó un torneo de béisbol entre equipos de diez universidades y «nadie se contagió».
Los Piratas, único equipo con el que militó Clemente en las Grandes Ligas de 1955 a 1972, tenían previsto jugar dos partidos, el 30 y 31 de mayo, ante los Marlins de Miami en el estadio Hiram Bithorn de San Juan.
Sin embargo, la semana pasada la Major League Baseball (MLB) anunció la cancelación de ambos debido al temor a zika expresado por algunos de los jugadores de ambos equipos.
Estaba previsto además que el 31 de mayo se celebrara en la isla «El Día de Roberto Clemente» que cada año organiza la MLB y que se había cambiado de fecha para que pudiera convertirse en un tributo al pelotero boricua en su tierra, donde es idolatrado.
Se había planificado incluso que durante esa jornada se anunciaran los candidatos de este año al Premio Roberto Clemente, otorgado a jugadores que se destacan tanto dentro como fuera del terreno de juego, tal y como lo hizo Clemente.
Ese galardón lo lleva otorgando MLB desde hace más de quince años durante la Serie Mundial -torneo de campeonato de las Grandes Ligas- y el anuncio de los candidatos suele hacerse en septiembre.
La familia de Clemente contaba con esta celebración en Puerto Rico y planificaba organizar otros proyectos sociales y deportivos paralelos.
Así, el mismo día 31 había previsto la organización de varias «clínicas» (jornadas de formación) de béisbol en el estadio Bithorn comandadas por jugadores puertorriqueños que militaron con los Piratas, como José Lind, Orlando Merced, Jon Candelaria y Adalberto «Junior» Ortiz.
A ellos se les iban a unir varios excompañeros de equipo de Clemente, como Al Oliver y el panameño Manny Sanguillén, así como el estelar Barry Bonds, miembro del equipo técnico de los Marlins y jugador de los Piratas en la década de los 80 y 90. Bonds ostenta el récord de cuadrangulares en las historia del béisbol.
«La memoria del viejo siempre, cada día, es una cosa que gracias a Dios no ha mermado, y muchas personas lo honran dentro y fuera de Puerto Rico. Somos el legado vivo y hacemos muchísimo por mantenerlo vigente», resaltó Clemente, quien recordó que su padre fue uno de los fundadores de la Asociación de Jugadores de las Grandes Ligas.
Roberto Clemente ganó dos campeonatos con los Piratas, un premio al Jugador Más Valioso, cuatro títulos de bateo y hasta doce Guantes de Oro a lo largo de su carrera. Además fue el primer latino en llegar a los 3.000 imparables.
Sin embargo, lo que terminó de cautivar el corazón de sus compatriotas y de tantos otros admiradores fuera de la isla fue su compromiso social, del que dejó constancia as circunstancias de su muerte, con tan sólo 38 años.
Fue el 31 de diciembre de 1972, cuando despegó rumbo a Managua en un avión que él mismo había fletado con ayuda humanitaria para las víctimas del terremoto de magnitud 6,2 en la escala de Richter que unos días antes había afectado a la capital de Nicaragua.
Fuente: Miamidiario.com