Los investigadores que estudian la mayor extinción de delfines y ballenas que haya ocurrido en el Golfo de México tras el derrame de petróleo de la compañía BP en el 2010 dijeron que existe una relación directa entre el aumento del número de bebés y fetos muertos y el derrame masivo.
Desde el derrame, más de 1,400 delfines y ballenas han aparecido muertos en el norte del Golfo de México, la cifra más grande de la que se tiene noticia hasta el momento. El año pasado, investigadores de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) reportaron que los adultos muertos hallados en las áreas más afectadas por el derrame entre 2010 y 2012 sufrieron un severo daño en sus glándulas suprarrenales o padecieron de neumonía bacterial. Con anterioridad este tipo de enfermedad se había detectado en animales expuestos al petróleo.
El martes, el equipo de expertos que trabaja en el estudio informó que el 88% de los casi 360 bebés y fetos encontrados muertos tenían pulmones anormales o poco desarrollados. Solamente el 15 por ciento de los hallados fuera de la zona de derrame sufrieron de problemas similares, según el estudio que publicó este mes la revista Diseases of Aquatic Organisms.
El equipo también concluyó que los delfines hallados en la zona de derrame eran más propensos a perder sus bebés y sufrir infecciones durante sus períodos de gestación de 380 días.
“Los nuevos hallazgos se suman a la evidencia cada vez mayor de que el derrame de petróleo de Deepwater Horizon ha dañado considerablemente la salud reproductiva de los delfines que viven en la zona de derrame”, dijo en una declaración la veterinaria Teri Rowles, que supervisa el trabajo de la NOAA.
El equipo ha estado analizando la extinción que va desde la zona del panhandle de la Florida hasta la frontera de Louisiana y Texas, luego que el derrame de Deepwater Horizon dejó caer tres millones de barriles de petróleo en la zona norte del golfo durante 87 días. En el pasado, los investigadores han documentado 12 muertes de delfines y ballenas en la región, todas relacionadas con dos virus letales comunes: morbillivirus o brevetoxicosis. Ninguno se encontró en los peces recientemente muertos, según dijeron.
Los investigadores dijeron que también temen que hasta 320,000 tortugas migradoras hayan quedado expuestas al derrame que terminó propagándose a lo largo de 16,000 millas de costa.
Dado que la cifra se basa únicamente en la cantidad de de delfines muertos que llegan a la orilla, probablemente el número total de muertes es mucho más alto, dijeron los expertos. El equipo sigue analizando la salud general de los delfines con el fin de determinar si existen problemas duraderos y si el derrame de petróleo ha afectado más gravemente la reproducción de los delfines.
Fuente: Elnuevoherald.com