La organización de partidos socialdemócratas y laboristas atribuyó a «la actitud del Gobierno del presidente Nicolás Maduro» el impulso de «un conflicto de poderes mediante la utilización del Tribunal Supremo de Justicia en contra de las decisiones autónomas del Poder Legislativo venezolano», ahora en manos de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Además, manifestó su preocupación por el asedio a periodistas y editores de medios independientes, así como a la utilización del suministro de papel prensa e insumos por parte del monopolio del Estado para controlar la información y la libertad de expresión.
También, instó a Maduro a «entablar un diálogo que la Asamblea Nacional convocó por unanimidad», y al que consideró el «único camino para la reconciliación y la consecución de soluciones a los graves problemas políticos, económicos y sociales» que vive hoy en día el país.