El cuarto debate entre los aspirantes a ser el nominado del Partido Republicano en las elecciones presidenciales de 2016 en EEUU tuvo este un marcado tono económico, aunque sobresalió el desencuentro en materia migratoria entre Donald Trump y otros dos candidatos.
Inmigrantes y deportaciones
El magnate neoyorquino, que en el último debate apenas habló sobre esta cuestión (uno de los principales pilares de su campaña desde el mismo día de la presentación), insistió en su polémico plan de construir un muro en la frontera con México y deportar a millones de indocumentados.
«Necesitamos fronteras y tendremos una muralla. Fijaos en Israel, la muralla funciona. Somos un país de leyes. (Los inmigrantes indocumentados) tendrán que marcharse y espero que puedan volver, pero se tendrán que marchar. No tenemos elección», apuntó.
Unos minutos antes, Trump celebró públicamente el aval de una corte de apelaciones estadounidense al bloqueo de las medidas migratorias del presidente Barack Obama para evitar la deportación de cinco millones de indocumentados.
El magnate aseguró que la decisión dada a conocer el lunes por la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito le «contentó mucho», que fue «increíble» y que serían necesarios más fallos como ese.
«No tenemos bastantes de esas decisiones. Fue un gran día. Tenemos que detener la inmigración ilegal, que causa muchos problemas en relación a las drogas», apuntó.
La intervención de Trump sobre inmigración le valió los reproches del gobernador de Ohio, John Kasich, y el exgobernador de Florida Jeb Bush, quienes aseguraron que es «imposible» deportar a los 11 millones de indocumentados que se calcula que residen en EEUU.
«Piensen en las familias, en los niños. Todos sabemos que no puedes enviar a 11 millones de personas de nuevo fuera de la frontera», indicó Kasich, quien pidió la palabra inmediatamente después de la intervención de Trump para responder al magnate.
Kasich calificó la idea de «tonta». «No tiene ningún sentido», expresó.
Por su parte, Bush aseguró que «no se puede echar a los inmigrantes. Es imposible y no va con los valores de EEUU. En la campaña de (Hillary) Clinton se frotan las manos cuando tenemos este debate».
Ted Cruz hizo lo propio y se desmarcó de la línea dura de Trump, para aclarar que apoya la inmigración legal, porque está cansado de que los republicanos sean tildados de antiinmigrantes. «Es ofensivo».
No obstante, opinó que la inmigración es un tema económico que cuesta miles de puestos de trabajo al país.
«Veríamos más historias acerca de la calamidad económica de la inmigración ilegal si los salarios de los periodistas fuesen afectados», enfatizó.
Los precandidatos conservadores volverán a debatir el próximo 15 de diciembre en Las Vegas (Nevada), en un evento organizado por CNN y Salem Radio.