Tropas del gobierno sirio han entrado en la ciudad histórica de Palmira, que lleva dese mayo en manos del grupo Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés), según anunció el jueves la televisora estatal siria.
La cadena citó a un reportero que viaja integrado con las tropas. Los combates en torno al mediodía se centraban cerca de los yacimientos arqueológicos en el lado suroeste de la ciudad, indicó la televisora.
Imágenes emitidas por la cadena mostraban a soldados a pie y camionetas circulando cerca de un edificio que parecía haber sido un hotel.
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Un soldado sirio dijo tener un mensaje para el grupo ISIS: «Serán aplastados bajo los pies del Ejército Árabe Sirio».
Las tropas sirias llevan días en una ofensiva en un intento de retomar la ciudad, donde se encuentran algunos de los restos arqueológicos más famosos del mundo.
«Huyan de la ciudad»
El ISIS ordenó a los últimos 15.000 civiles que abandonen la ciudad debido al avance de las fuerzas favorables al gobierno, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
«Los yihadistas pidieron por altavoz a los civiles que se vayan porque ya hay combates en los suburbios», afirmó la ONG, que asegura que las fuerzas progubernamentales avanzan en varios frentes por el oeste.
Según la misma fuente, la progresión es más lenta de lo esperado debido a las bombas colocadas por el ISIS en los campos cercanos a la ciudad.
El ISIS abandona sus posiciones, pero deja bombas en lugares estratégicos
Según el director del OSDH Rami Abdel Rahman, en Palmira aún viven 15.000 de los 70.000 habitantes que contaba esta localidad del centro de Siria conocida como la «Perla del Desierto».
«Sólo los más pobres no han podido huir antes», afirma Abdel Rahman.
Desde que se apoderó de Palmira en mayo, el ISIS destruyó numerosos tesoros arqueológicos de esta ciudad inscrita en la lista del patrimonio mundial de la humanidad de la Unesco.
La reconquista de Palmira permitiría a las fuerzas progubernamentales avanzar en el desierto sirio hasta la frontera con Irak, situada más al este y en manos de los yihadistas.
