“Si no fuera por mi, no estarían ustedes hablando sobre esto [inmigración ilegal]”, declaró Trump durante el debate de dos horas en Cleveland, Ohio – junto con otros nueve candidatos que incluyeron a Marco Rubio y Jeb Bush de la Florida así como Ted Cruz de Texas.
Los 10 aspirantes a la nominación presidencial republicana fueron seleccionados para participar en el debate transmitido por la cadena de televisión Fox por ser los más populares en los sondeos más recientes.
Trump, magnate y celebridad de la televisión, surgió desde el principio del debate como el que más atención atrajo del público, de los periodistas que actuaron como moderadores y de algunos de los otros candidatos. John Kasich, el gobernador de Ohio y uno de los 10 aspirantes en el debate, dijo que Trump había “dado en el clavo” con la frustración de los votantes con la inmigración ilegal.
Rubio, senador republicano de la Florida cuyos padres vinieron de Cuba, dijo que los estadounidenses están frustrados por que no se ha arreglado el sistema migratorio. Cruz, cuyo padre emigró también de Cuba, dijo que líderes en Washington no “quieren hacer cumplir las leyes migratorias”.
Bush, que habla perfecto español y cuya esposa nació en México, dijo que el control fronterizo debe mejorar y que las ciudades estadounidenses que dan “santuario” a indocumentados deben abandonar esas políticas.
Trump, el primero en hablar, dijo que no podía prometer que apoyaría a ninguno de los otros candidatos en caso de no obtener la nominación republicana, indicando que era posible que lanzara una candidatura independiente.
Trump subió en las encuestas convirtiéndose en el candidato más popular luego que en su discurso del 16 de junio, cuando anunció su candidatura, acusara a inmigrantes mexicanos de ser delincuentes y violadores sexuales.
“Cuando México nos envía su gente, no nos están enviando lo mejor”, dijo Trump en esa ocasión. “Nos están enviando gente que tienen muchos problemas, y que están trayendo esos problemas con nosostros. Están trayendo drogas. Están trayendo crimen. Son violadores. Y algunos, asumo, son buenas personas”.
Desde entonces, Trump ha dominado la contienda electoral. Mientras más sus críticos arreciaban los ataques en su contra, más subía Trump en los sondeos.
“[Trump] ha aprovechado la ira del pueblo, cansado de la política de siempre”, dijo la candidata republicana Carly Fiorina, ex ejecutiva de Hewlett-Packard que – con otros siete apirantes republicanos – no fue incluida en el debate de la hora estelar por no contar con popularidad suficiente en los sondeos. Fiorina habló durante el debate que tuvieron los siete previo al debate principal.
El ex gobernador de Texas, Rick Perry, que también participó en el debate de los menos populares, dijo que los estadounidenses “estan cansados” del debate sobre la inmigración ilegal y quieren el control de la frontera.
Dijo que si llegar a ser presidente, pondría personal adecuado a patrullar la frontera y vigilancia aérea desde “Tijuana a El Paso y Brownsville, Texas”