MIAMI.- SERGIO OTÁLORA/ DLA
Dicen que la mejor defensa es el ataque. Esa parece ser la estrategia del alcalde del Condado Miami-Dade, Carlos Giménez, quien ante cualquier crítica a su administración reacciona con el talante del que está en campaña electoral: impulsivo, determinante, con la guardia arriba.
Y no es para menos. Ha recibido golpes por todos los flancos. Lo han descrito como arrogante, muy duro con los sindicatos pero blando con los grandes capitales. Por el proyecto del SkyRise (el obelisco que se construiría en el Bayfront Park) y por el déficit presupuestal del sistema escolar del Condado, tiene dos demandas que él califica, de inmediato, como equivocadas y sin piso legal.
A sus 61 años, busca seguir en el servicio público. Ha tenido que trabajar desde muy joven. Cuando estaba en la secundaria, como acomodador de carros para ayudar a sus padres. Después, su empleo en Sears le permitió pagar los primeros cuatro años de universidad, el college. Tiene sin duda una larga experiencia en el sector público, desde haber sido jefe del departamento de bomberos de la ciudad de Miami hasta el administrador de la misma. Y siete años, comisionado del Condado Miami-Dade, entre el 2004 y el 2011.