La salud es importante, pero los altos costos de las medicinas provocan que la mayoría de los estadounidenses priorice su bolsillo a la hora de comprar un medicamento recetado. El problema es que si el fármaco es muy caro, muchas personas optan por no comprarlo, lo reemplazan por otro o, simplemente, interrumpen un tratamiento para ahorrar.
Soluciones de ahorro
Para los pacientes que buscan formas de ahorrar, es recomendable que utilicen algunas herramientas gratuitas, como aplicaciones de teléfono o tarjetas de descuentos, en vez de descontinuar sus tratamientos o auto medicarse con productos no recetados.
La organización sin fines de lucro de ayuda al consumidor Consumer Report (CR) ha puesto a prueba algunas aplicaciones efectivas para conseguir descuentos en las farmacias. Las que aconseja son GoodPX y WeRx, ambas sin costo, que informan sobre planes de descuentos y localizan los precios de un medicamento cerca de la persona.
Estas aplicaciones tienen un GPS que utiliza la ubicación del usuario para informarle los costos de un producto puntual en las farmacias cercanas. GoodRx fue la mejor en encontrar el precio más bajo, según CR.
También hay varias tarjetas que ofrecen descuentos al presentarlas cuando se paga por algún medicamento. Una que no tiene costo y promete hasta un 75% de rebajas en los precios de medicinas recetadas es la de Watertree Salud, con sede en Florida, que se puede conseguir por internet en el sitio watertreehealthcard.com y funciona en la mayoría de las cadenas de farmacias.