FORT BRAGG, Carolina del Norte, EE.UU. (AP) — Mientras el Pentágono está sometido a una investigación redoblada ante nuevas revelaciones de violación e inconducta sexual en las filas militares, comenzaron el viernes los alegatos iniciales en el tribunal de guerra de un general del ejército, que se sepa el militar de mayor jerarquía al que se haya acusado de acoso sexual.
Los fiscales comenzaron a presentar sus argumentos en el caso del general de brigada Jeffrey A. Sinclair, acusado de atacar sexualmente a una capitana bajo su mando con quien tuvo una relación durante tres años. Sus defensores lo presentan como víctima de un mando militar sometido a fuertes presiones políticas para hacer de él un chivo expiatorio.
Erguido ante un juez, Sinclair, de 51 años, se declaró culpable el jueves de tres cargos que le podrían valer 15 años de prisión. Fue una confesión asombrosa, que sin duda pondrá fin a la carrera militar de un hombre antes considerado un astro en ascenso en el pequeño grupo de comandantes de tropa de combate de la mayor confianza.
Sinclair aún debe responder a otros cinco cargos derivados de las denuncias de una capitana casi 20 años menor que él, quien asegura que el general la obligó en dos ocasiones a practicarle sexo oral, pero al declararse culpable de los cargos menores, los abogados creen que mejorarán su situación procesal al limitar parte de los detalles salaces que los fiscales podrán presentar al jurado. Corresponde al juez decidir si impondrá límites a la evidencia.
El ex subcomandante de la 82 brigada aerotransportada podría ser condenado a prisión perpetua de hallárselo culpable de los asaltos sexuales.
Preguntado el jueves por el juez, coronel Jammes Pohl, si comprendía claramente las consecuencias de sus confesiones, el veterano condecorado de cinco misiones de combate respondió con voz clara e impasible, «sí, señor».
Pohl aceptó la declaración de Sinclair luego de casi tres horas de preguntas, muchas de ellas íntimas, acerca de los amoríos del general con cuatro mujeres: tres militares y una civil. Sinclair es hombre casado y con hijos.
Sinclair se volvió reiteradamente a su abogado antes de responder, por lo cual el juez le advirtió: «Es importante que me diga la verdad tal como la recuerda».
«De mí solo escuchará la verdad», respondió el general.
El general se declaró culpable de relaciones impropias con dos oficialas del ejército y de cometer adulterio con la capitana que fue su amante por varios años. El adulterio es un delito en las fuerzas armadas.
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Biesecker informó desde Raleigh. Está en Twitter como www.twitter.com/mbieseck
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