BRASILIA (AP) — El Congreso brasileño rindió el jueves un homenaje al derrocado ex presidente Joao Goulart, al anular la sesión en que fue destituido después del alzamiento de 1964 que instaló una dictadura militar de 21 años.
La decisión adoptada en una sesión conjunta del Congreso que comenzó el miércoles y se extendió hasta la madrugada del jueves se celebró en un clima festivo marcado por gritos de «viva la democracia» y papel picado lanzado desde las galerías del público.
«El momento es histórico. Este Congreso restableció la verdad histórica, ¡viva Joao Goulart!», exclamó el senador Pedro Simón, uno de los autores de la iniciativa para anular la sesión celebrada la madrugada del 2 de abril de 1964 que declaró vacante la presidencia después del golpe de estado del 31 de marzo de ese año.
Simón, quien al igual que el ex presidente es del estado sureño de Rio Grande do Sul, recordó que estaba junto a Goulart en la ciudad de Porto Alegre, adonde el derrocado mandatario viajó para encontrarse con aliados y discutir cómo resistir el golpe.
La decisión del Congreso se produjo una semana después de que los restos del ex gobernante fueron exhumados en el cementerio de Sao Borja, en la frontera con Argentina, y trasladados a Brasilia para ser sometidos a exámenes que buscarán determinar si murió envenenado.
Existen sospechas de que Goulart haya sido envenenado por agentes uruguayos cuando se encontraba exiliado en Argentina en 1976. La versión oficial es que sufrió un ataque cardíaco pero su cuerpo nunca fue sometido a una autopsia.
El único en pronunciarse contra la anulación de la sesión fue el diputado Jair Bolsonaro, un defensor del régimen militar quien aseguró que la separación de Goulart fue apoyada en su momento por amplios sectores de la sociedad.
«Esto es más que estalinismo, donde se borraban fotografías. Aquí se están borrando sesiones del Congreso», se quejó Bolsonaro.
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