SANTIAGO, Chile (AP) — La derrota oficialista en los comicios municipales de la víspera, marcados por una inédita abstención, presionan al gobierno a un cambio ministerial con miras a la elección presidencial del próximo año, en el que saldrían al menos dos ministros.
La oposición de centroizquierda, empujada por su triunfo, reavivó, con cierto fundamento, su anhelo de recuperar la presidencia, que perdió luego de 20 años en el poder y que hasta ahora y en medio de un gran desorden interno, sólo tiene a la ex presidenta Michelle Bachelet (2006-2010) para que le pavimente el camino a La Moneda.
Todos, gobierno y oposición, amanecieron buscando respuesta para lo más destacado de la elección del domingo, que fue el 60% de ausentismo en las primeras elecciones con voto voluntario y con un padrón electoral que en enero último creció de 8,1 millones de electores a 15,4 millones.
El presidente Sebastián Piñera pidió a todos hacer «un acto de reflexión, porque una democracia en que no participa la inmensa mayoría, es una democracia que empieza a perder fuerza y empieza a perder legitimidad».
«Quiero invitar a mis compatriotas a que en la próxima elección…la participación sea mayor, sea más sólida, más sana, más vital, con más fuerza. Esa es tarea de todos», agregó.
Piñera, al inaugurar un conjunto de viviendas sociales en una comuna rural, no aludió abiertamente a la pérdida de alcaldes oficialistas y la influencia que la derrota en importantes comunas puede tener en las próximas presidenciales.
El vocero de gobierno Andrés Chadwick dijo el lunes que los ministros que deseen ser parlamentarios deben renunciar antes del 16 de noviembre, pero como el presidente Piñera inicia una gira europea el 11, la modificación debe producirse en torno a esa fecha.
El cambio de gabinete incluiría a quienes aspiren a competir en la elección presidencial del 17 de noviembre del 2013, los que quedarían en libertad de acción para iniciar su virtual campaña electoral, que oficialmente parte el próximo año.
Los ministros que declararon su intención de competir son el de Obras Públicas, Laurence Golborne, cercano a la ultraconservadora Unión Demócrata Independiente, UDI, y de Defensa, Andrés Allamand, del derechista partido Renovación Nacional.
La oposición criticó severamente la intervención electoral de Golborne, un ex gerente de un poderoso conglomerado comercial, que saltó a la fama por dirigir el rescate de los 33 mineros que en el 2010 permanecieron sepultados en el fondo de una mina durante 69 días.
Allamand, por el contrario, se inició en la política cuando era adolescente y fue dirigente estudiantil secundario.
El gobierno amaneció inesperadamente golpeado tras perder los comicios municipales con un 37,47% de los sufragios, frente al 43,10% obtenido por la oposición de centroizquierda. De las 345 alcaldías en disputa, la derecha gobernará 121 y la oposición 168. El resto quedó en manos de independientes o de pequeños pactos políticos.
El oficialismo perdió quizás la más simbólica de las 345 alcaldías, la de Santiago, que será gobernada desde el 6 de diciembre y por cuatro años por la izquierdista Carolina Tohá, ex diputada y vocera de la ex presidenta Michelle Bachelet (2006-2010), e hija del ex ministro del presidente Salvador Allende, José Tohá, muerto por las torturas tras el golpe militar de 1973.
«Sin duda que quizás lo más doloroso es Santiago…la capital del país, Santiago se había podido recuperar 4 años atrás con el alcalde (Pablo) Zalaquett, (y estaba) la expectativa de que eso podía continuar así», admitió Chadwick.
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