CHICAGO (AP) — Mientras los maestros de Chicago marchaban tras paralizar labores por segundo día, numerosos padres se les sumaron aun cuando son los principales afectados por la huelga, que los ha obligado a contratar una niñera o a buscar apresuradamente un lugar para que sus hijos pasen el tiempo.
Madres y padres, algunos con sus hijos, marcharon hombro a hombro con los maestros. Otros padres tocaron las bocinas al paso de sus automóviles o colocaron en sus patios letreros en inglés y español en los que manifiestan su apoyo a los huelguistas.
Los sindicatos todavía organizaciones veneradas en gran parte de Chicago, donde los maestros ocupan un lugar de honor especial en muchas familias cuyos hijos ya mayores se integraron a gremios laborales de la policía, bomberos u otros trabajadores, como hicieron sus padres y abuelos.
«Mantendré mi apoyo firme a los maestros», señaló el reverendo Michael Grant, quien se sumó el martes a la marcha de los huelguistas. «Mi hijo está orgulloso; me dijo, ‘estás apoyando a mi maestro»’.
Sin embargo, existe incertidumbre en cuanto a si los padres seguirán respaldando a los maestros durante las conversaciones contractuales si los alumnos se quedan sin clases durante días o semanas. Ese aspecto podría infundir un sentido de urgencia a las actuales negociaciones.
Mary Bryan, abuela de dos alumnos de la Academia Shoop en el sur de la ciudad, apoya a los maestros porque está consciente de «la frustración a causa del a carga excesiva de trabajo que enfrentan».
Una disputa laboral prolongada, «pondrá a prueba el apoyo» de muchas familias, apuntó.
Los padres «deben apoyar a los maestros, aunque podrían exigirles que regresen a sus puestos de trabajo», agregó.
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Los periodistas de The Associated Press, Sophia Tareen, Michael Tarm y Jason Keyser, contribuyeron a este despacho.
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