El opositor José Antonio Kast obtuvo un rotundo triunfo en la segunda vuelta presidencial del domingo en Chile marcando el regreso de la derecha más extrema desde el restablecimiento de la democracia en 1990. En sus primeras palabras como presidente electo, Kast prometió que llevará a cabo los cambios que necesita el país sudamericano y que el “respeto” será el timón que guiará su gobierno.
“Es un día de alegría”, celebró Kast en su primer discurso ante sus simpatizantes. “En estos cuatro años lo vamos a hacer bien”, agregó el ultraderechista, quien instó por la unidad y una gestión basada en diálogo.
El líder del Partido Republicano fue elegido el nuevo gobernante del país sudamericano para los próximos cuatro años al conseguir un 58,17% de los votos frente al 41,83% logrado por la candidata oficialista de izquierda Jeannette Jara, después de que el Servicio Electoral de Chile escrutara más del 99,6% de las mesas de votación.
Unos 15,7 millones de electores estaban llamados a sufragar en este balotaje para decidir entre la permanencia de la centroizquierda o dar un giro hacia la derecha más extrema desde el regreso de la democracia tras la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
Kast agradeció a sus hijos, nietos, padres, Dios y, en especial, a su mujer, María Pía Adriasola, con quien subió al escenario para pronunciar su primer discurso oficial. Subrayó que pondrá en marcha los cambios profundos que ha prometido, entre ellos las medidas más duras para contrarrestar el crimen organizado y controlar la inmigración desenfrenada.
«Chile quiere un cambio y quiero decir que Chile va a tener un cambio real», aseguró.
También adoptó un tono conciliatorio con la oposición encabezada por Jara, con quien afirmó tener “diferencias duras”, al paso que igualmente dio las gracias a las demás candidaturas de derecha que lo respaldaron de cara a la segunda vuelta electoral.
“Un gobierno no se construye solo con los partidarios, la oposición es importante”, destacó Kast. «Alguien puede ser de una ideología distinta, pero es una persona igual que nosotros”.
El primero en reconocer su victoria fue el mandatario saliente de izquierda Gabriel Boric, al paso que varios de los gobiernos conservadores de la región, entre ellos Argentina, Estados Unidos, Paraguay y Ecuador, le manifestaron su apoyo.
En una llamada telefónica con el candidato ganador, Boric le reconoció que obtuvo “un triunfo claro”. “Y eso usted sabe, es una gran responsabilidad que hay que abordar con mucho cariño, con mucha humildad, con mucho trabajo”, agregó.
Kast agradeció las palabras de Boric y expresó su deseo de que “esta sea una transición muy ordenada, respetuosa”. “Y por supuesto que… después del 11 de marzo me interesaría también mucho contar con sus opiniones, con su mirada de lo que es el país”, aseguró el presidente electo sobre la fecha en que asumirá el poder.
Entre los mandatarios latinoamericanos, el primero en felicitar a Kast fue el también ultraderechista Javier Milei, presidente de Argentina desde fines de 2023.
“Mis sinceras felicitaciones al pueblo chileno por la ejemplar jornada democrática y al apreciado @joseantoniokast por su elección como presidente de Chile. Confío en que vamos a trabajar juntos para fortalecer aún más la amistad y cooperación entre nuestros países”, dijo el ultraliberal argentino.
Abogado de 59 años y padre de nueve hijos, Kast comparte visiones similares a las expresadas por Milei, el expresidente brasileño Jair Bolsonaro (2019-2023) y el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump.
El secretario de Estado estadounidense Marco Rubio señaló por su lado en una declaración que bajo el liderazgo de Kast «estamos seguros de que Chile avanzará en prioridades compartidas, entre ellas el fortalecimiento de la seguridad pública, el fin de la inmigración ilegal y la revitalización de nuestra relación comercial”.
“Estados Unidos espera con interés trabajar en estrecha colaboración con su administración para profundizar nuestra asociación y promover la prosperidad compartida en nuestro hemisferio”, agregó el funcionario.
En la región, igualmente han felicitado al presidente electo los mandatarios de Ecuador, Daniel Noboa, y de Paraguay, Santiago Peña, —ambos de derecha— y el centroizquierdista de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
Jara, por su parte, también se comunicó con Kast tras aceptar su derrota y le deseó éxito.
“Es en la derrota donde más se aprende”, aseveró la comunista ante los centenares de partidarios que la esperaban en la céntrica plaza San Francisco de la capital. Admitió que “toca ser oposición” aunque aseguró que no desea “un país dividido”.
Jara fue la primera comunista en encabezar una lista única que aglutinó a todos los sectores de la izquierda y centroizquierda de Chile. Kast, quien se postuló por tercera vez a La Moneda, se ganó la simpatía del electorado con su promesa de instaurar un gobierno de tolerancia cero con el crimen organizado y la inmigración irregular, que son las dos mayores preocupaciones de los chilenos.
“Yo me emocioné porque decía que si sale Jara yo estaría dispuesta hasta a salir del país porque no queremos comunismo aquí en Chile”, dijo a The Associated Press Karina Marino, de 45 años, jefe de proyectos en una empresa de seguridad.
En el cuartel general de Kast, ubicado en la pudiente comuna de Las Condes de la capital chilena, miles de simpatizantes celebraron las primeras palabras del presidente electo. Algunos de sus seguidores sostenían pancartas y fotos con la imagen de Pinochet.
Hace cuatro años Kast llegó a acariciar el sillón presidencial, pero fue derrotado en el balotaje por Boric, al ser cuestionado por sus posturas consideradas por muchos como extremas, como su oposición al matrimonio igualitario, el aborto, la reducción de la jornada laboral o su complacencia con la dictadura de Pinochet.
Sin embargo, este año el ultraderechista optó por dejar a un lado varias de esas posturas y concentró sus propuestas en su “gobierno de emergencia” para aplacar los violentos hechos delictivos y la inmigración descontrolada. Para ello ha propuesto deportaciones masivas para los más de 330.000 extranjeros indocumentados.
La victoria de Kast plasma “la segmentación de los miedos de la ciudadanía junto con un sector que no se siente conforme con una candidata comunista y el voto de protesta al gobierno”, dijo el analista político Gilberto Aranda, de la Universidad de Chile. “Esa combinación crea un ambiente favorable a Kast, que sabe leer los miedos y pone en el centro de su propuesta la seguridad y migración irregular”, agregó.
Fuente: NAYARA BATSCHKE Associated Press