El experto en seguridad Manfred Grautoff desmonta cualquier lectura superficial sobre la reciente visita del príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman (MBS), a Estados Unidos. Para Grautoff, no se trató de un saludo diplomático más, sino de un acto de poder que reordena el tablero geopolítico de Medio Oriente.
Grautoff recordó que la famosa “Danza de los Sables” en 2017 reveló la comodidad absoluta de Trump con la monarquía saudí. Afirmó que Arabia Saudita sigue siendo el mayor comprador de armamento estadounidense, el dueño de la empresa petrolera más grande del mundo y un actor central en la estabilidad regional.
“Trump les devolvió el favor cuando ordenó ataques contra instalaciones nucleares iraníes”. Según Manfred: “Ese gesto creó una deuda estratégica que todavía define la relación”.
El consultor criticó el choque entre libertad de prensa y geopolítica que surgió al abordar el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en la conferencia.
Manfred Grautoff explicó que Estados Unidos necesita al reino para contener a Irán, estabilizar el mercado petrolero, frenar el avance de Hamás y Hezbolá, y mantener un orden regional favorable. “Arabia Saudita es el aliado más estratégico que tiene Estados Unidos hoy en Medio Oriente”, concluyó.