Más de 200 familias, en su mayoría de bajos ingresos, fueron desalojadas este lunes del parque de casas móviles Li’l Abner en Sweetwater, luego de que un juez fallara a favor de la venta de la propiedad a un promotor inmobiliario. Agentes de la Oficina del Sheriff de Miami-Dade ejecutaron las órdenes de desalojo, sellando puertas y cambiando cerrojos.
Las escenas fueron descritas como desgarradoras, con residentes quejándose de que se les dio apenas 30 minutos para sacar sus pertenencias. El proceso marca un hito en una batalla legal que duró un año.
La Desesperación de los Residentes
Residentes como Enrique Zelaya expresaron su frustración y la de vecinos en silla de ruedas, al ver que sus viviendas quedaron selladas. “Ellos cambian la cerradura, sacas lo que vas a sacar, y ya no se puede volver a hacer nada. Todo queda a merced de lo que quiera el dueño del parque”, dijo Zelaya a Telemundo 51.
Otro residente, Karel Hernández, relató que tuvo que dejar su trabajo para volver y proteger sus posesiones, incluso durmiendo a la intemperie para evitar robos.
Las familias afectadas argumentan que la compensación ofrecida por el propietario (CREI Holdings) —con un máximo de $14,000— no es suficiente para reubicar casas rodantes, muchas de las cuales están fijadas al suelo y costaron más de $100,000 en efectivo.
El Impacto de la Pobreza
El Miami Herald reportó que muchos de los desalojados son personas mayores de bajos ingresos. El parque tiene una tasa de pobreza de aproximadamente el 30%, más del doble del promedio de Miami-Dade.
El abogado de los demandantes, David Winker, confirmó que, aunque el desalojo se ejecutó, «la lucha continúa» ya que la apelación sigue activa. Los residentes, que perdieron sus casas sin recibir compensación, ahora enfrentan el costoso mercado inmobiliario del sur de Florida.